Caetano reivindica el legado del batllismo

“Me siento muy a gusto viniendo a hablar del primer batllismo, de por qué el primer batllismo fue izquierda, y de la necesidad de que el Frente Amplio aloje batllismo”, señaló el historiador, deportista y politólogo Gerardo Caetano.

Eso no significa restaurar las propuestas del batllismo de hace un siglo: “lo que se lega es la inspiración. Y en el marco de esta historia bien uruguaya, que es la del primer batllismo que todavía asombra en muchos lugares del mundo, es que mantiene una vigencia extraordinaria. Tanto así, que hay un proyecto muy fuerte, muy ambicionado, que tiene más de un siglo y que vuelve a recorrer al Uruguay, que es terminar con el Uruguay batllista. No nos engañemos: ese proyecto vuelve a estar entre nosotros”, Caetano hizo su exposición a invitación del Movimiento Alba Roballo y de la edila Patricia Soria, que viene del Partido Colorado, y con la participación también del historiador Carlos Fedele y el senador Mario Bergara.

“Para entender al primer batllismo, hay que meterse en la filosofía. La gran vocación de Batlle era la filosofía, y su gran mentor fue Prudencio Vázquez y Vega. Él era el presidente de la sección de filosofía del Ateneo de Montevideo, condición que Batlle heredaría a la muerte joven de Prudencio Vázquez y Vega. En el momento de ese encuentro intelectual, Don Pepe, hijo del presidente colorado Lorenzo Batlle, no estaba en ningún partido y le reprocha a Prudencio Vázquez y Vega, en una carta maravillosa, haber adherido a un partido que era el Partido Constitucional, pero fundamentalmente le cuestiona que en el programa del Partido Constitucional se haya abdicado del principio de revolución. Y Prudencio Vázquez y Vega le responde: ‘usted y yo somos hombres de moral, lo nuestro es una pugna moral. Lo que usted debe entender es que para hacer política hay que estar adentro de un partido, y yo he tenido que ceder’.”

“Batlle reivindicaba como joven el principio de revolución y luego maduró; frente a la revolución reivindicó la reforma, y esto tiene una vigencia gigantesca, porque no reivindicaba cualquier reforma –y esto tiene una enorme centralidad en nuestros tiempos– sino una reforma que, para ser, tenía que vivir en la reforma. Y el siglo XX y lo que estamos viendo, ¿Qué es lo que nos revela? Que las transformaciones más profundas muchas veces no provienen de momentos escatológicos, porque muchas veces las revoluciones derivan profundamente conservadoras, sino que las transformaciones más grandes son reformas que viven en la reforma.”

“La reforma en la reforma. Domingo Arena decía: la página más. El programa del Partido Colorado batllista no tenía punto final, y reivindicaba eso: el programa no debe tener punto final. Y esto, porque la más bella página del programa siempre estará por hacerse. A Batlle lo acusaban de porvenirista; construía hacia el futuro y cambiaba y cambiaba. Tenía una gran convicción transformadora. Eso tuvo un sustento filosófico y eso tiene una vigencia enorme hoy, cuando estamos viendo que la política es la política del marketing, en donde lo que importa es lo que yo construyo como agenda, y si oscurezco la agenda real, mejor.”

“Batlle tenía una convicción muy fuerte. Uno de los grandes filósofos de nuestro tiempo, Julio César Grauert, terminó sus días albergando el temor de la disolución de los vínculos entre la política y la economía. Claro, convencer a un economista de que la política maneja la economía no es fácil. Y sin embargo, y en realidad, antes de economía hay economía política; cuando creemos que la política no conduce la economía, que la política está inerme frente a la economía, comenzamos a tener problemas. Y el por qué de esto era una de las fuentes de inspiración de Don Pepe. Don Pepe decía algo que hoy es demonizado: ‘hemos vuelto, hemos vuelto a un ordoliberalismo, a un profundo neoliberalismo escondido’”.

“El ordoliberalismo es justamente el anarcocapitalismo, esta idea de matar al Estado, esta idea de demonizar al Estado, esta idea de llevar adelante los principios liberales hacia una visión absolutamente radical que genera eso que está anunciando (el candidato presidencial argentino Javier) Milei como su primera gran medida: terminar con el Banco Central en la Argentina. Ese tipo de ideas que comienzan a tener: se está discutiendo las bases del impuesto, la idea de que el impuesto es un robo.”

“Recordemos la inspiración del batllismo, no para reivindicar el impuesto progresivo a la tierra sino para reivindicar el espíritu de la convención colorada de 1925; un año en donde hubo 52 convenciones coloradas, 52 convenciones, una por semana, una por semana; militaban eh, y la vida política era participación. Y los decálogos laicos han construido este país que, gracias a Dios y con la ayuda de varios de donde está Don Pepe, es el país más laico del mundo. Y esa es una condición extraordinaria; cada vez más extraordinaria. Fue extraordinaria su inspiración; entre otras cosas, porque fue a contramano de los que suponen que la debilidad de una Iglesia que no es confesional genera falta de trascendencia. No, la moral laica que reivindicaba el batllismo era una moral de exigencia.”

“Recuerdo las tres leyes del buen uruguayo. Una de ellas era que para ser fiel a tu familia tienes que ser fiel a tu brario, pero para ser fiel a tu barrio tienes que ser fiel a tu patria y para ser fiel a tu patria tienes que ser fiel a la humanidad. Porque sólo siendo fiel a la humanidad se puede ser fiel a la patria, se puede ser fiel al barrio, se puede ser fiel a la familia y solamente así puedes ser fiel contigo mismo. Esa cadena de equivalencias que identificaba nación y humanidad tiene una fuerza de inspiración enorme. En 1925, desde esa fuente de inspiración, Batlle citaba a Proudhon y decía: ‘Proudhon tiene razón; la propiedad finalmente es un gran robo, y sobre todo la propiedad de la tierra. Bueno, no nos van a aceptar confiscar la tierra. Recuperemos entonces lo que es de la sociedad a través de impuesto progresivo a la tierra y busquemos que a través del impuesto no solo incorporemos base para redistribuir desde el Estado, que debe ser el escudo de los débiles, sino también incentivemos algunos desempeños que creemos virtuosos. Por ejemplo, que no haya ganadero de puro nombre, sino que, junto a la ganadería, haga agricultura como cultivo obligatorio.

No se trata de incorporar eso, pero sí se trata de recoger la inspiración ¿Cuál es la inspiración?, ¿la negación del mercado? Claro que no, claro que no, pero es la tensión creativa entre mercado y Estado, pero con una condición: que el Estado tiene que ser el escudo de los débiles, y tiene que serlo para construir un país modelo en el que los pobres sean menos pobres y los ricos menos ricos. Para nuestros hijos y los hijos de nuestros adversarios.”

“Se plantea así una sociedad en donde habría una gran apuesta al vínculo entre ciencia y producción, el gran proyecto Eduardo Acevedo los dos primeros años de la segunda presidencia de Batlle y Ordóñez. Eduardo Acevedo que había sido tal vez el mejor rector de toda la historia de la

Universidad de la República, y luego ministro de industria y fomento en la segunda presidencia de Batlle, crea el Instituto de Química Industrial, crea el Instituto de Pesca, crea el Instituto de Geología; crea justamente los centros de investigación en las plantas en el interior del país, buscando el vínculo entre investigación científica, las plantas experimentales y la producción. Crea los liceos departamentales con la Ley del Liceos Departamentales; en cada departamento un Liceo.”

“Por entonces, Secundaria estaba junto con la Universidad, y en el proyecto se decía: en cada capital un Liceo que tiene que ser público ¿Por qué?, porque tiene que beneficiar fundamentalmente a los más pobres; el batllismo llegó a plantear el monopolio estatal de la enseñanza, una barbaridad ¿Pero por qué lo planteaba?, y ahí se especifica en la Ley del Liceos Departamentales: porque la enseñanza tiene que estar orientada a los que menos tienen ¿Ustedes saben cuántos llegaban, de acuerdo al censo de 1908, a terminar secundaria? Un 0,8% de la cohorte. La gran reforma valeriana, que fue una reforma profunda, había logrado en 30 años llegar al 49% de la cohorte infantil terminando la primaria. Y a la universidad solamente llegaba el 0.2%.”

“Nosotros no reivindicamos la lucha de clases como motor de la historia; nosotros creemos que la transformación de la sociedad es un debate moral, en donde de un lado están quienes quieran la transformación y del otro lado están los conservadores. Giudice González Conzi, en Batlle y el Batllismo, de 1928, en una nota al pie pone que lo que tiene que hacer el batllismo es terminar su vínculo con los partidos colorados no batllistas, no reformistas y conservadores, y crear definitivamente la pugna entre las izquierdas y las derechas. Esa primera edición de Batlle y el Batllismo fue corregida por Batlle y Ordóñez, la edición es de 1928; se volvió a reeditar con las anotaciones de Batlle y Ordóñez en 1959 y las anotaciones son maravillosas porque ahí corrige y eso no lo corrigió; eso no lo corrigió.”

“Y además, si todo movimiento político es lo que cree ser, lo que quiere ser y lo que los otros dicen que es, bien, decía Don Pepe: el batllismo es peor que el socialismo; es el inquietismo, es el mal de Parkinson llevado a las conductas del Capitolio, y rema contra el reposo. El Partido Socialista busca una quimera, pero si en algún día la consiguiera, se quedaría allí. El batllismo no, la reforma en la reforma es la clave del siglo XXI, la clave del porvenir. La reforma en la reforma, y no una revolución como un movimiento escatológico que cambia las cosas de una vez y para siempre. No el poder concentrado en un lugar privilegiado y el asalto al Palacio de Invierno; no, la reforma en la reforma.”

“Por eso, ante Julio César Grauert, que fundó la Agrupación Avanzar cuando Batlle vivía y se definió batllista marxista, iban a hablar con Don Pepe sobre él y le decían ‘hay que sacar a éste’, y Don Pepe decía ‘déjenlo tranquilo, déjenlo tranquilo ¿Qué nombre le puso a su agrupación?,

Avanzar. Avanzar, esa es la inspiración: Avanzar’. Lo que cambia tiene que cambiar, tiene que cambiar; la inspiración era que una transformación profunda no puede quedarse en lo económico y social sino que tiene que ir a lo moral, y ahí el batllismo era radical.”

“Batlle y Ordóñez decía ‘ojo, ojo con tratar igual a los desiguales’, y reivindicaba la acción afirmativa, reivindicaba el feminismo de compensación contra el feminismo de igualación. Y decía que, en una relación asimétrica en donde hay un débil y un poderoso, para hacer igualdad hay que respaldar al débil. Entonces hay que darle el derecho al divorcio, que los batllistas traducían en la liberación de la mujer del matrimonio; solo a la mujer. Siempre cuento esto: una gran feminista española, feminista liberal que le dedicaría un libro doctrinario a Don Pepe sobre el feminismo, Belén de Sárraga, cuando se enteró de la aprobación del proyecto de ley y de su promulgación en 1913, convenció a su marido de venir al Uruguay; llegó y lo primero que hizo fue divorciarse. El marido vino encantado.”

“Había que tener mucha convicción para impulsar una ley que determina el divorcio por la sola voluntad de la mujer en 1913, seis años después de otro proyecto de ley que era realmente revolucionario. El batllismo reformista planteaba el reparto de las utilidades públicas de las empresas entre los trabajadores. –que es un buen proyecto para el 2025. Repartir el 30% de las utilidades públicas, y lo quería para todas las empresas. Los grupos de izquierda lo cuestionaban porque era un 30%, y no más.”

“La ley no salió, pero Don Pepe la aplicó en el diario El Día ¿Saben cómo se aplicó esa ley? Esa ley que no llegó a ser, ese proyecto, se aplicó con una junta en donde había representantes del sindicato y representantes de la empresa que no daban el reparto de utilidades públicas a cualquiera. No, no. En función de cómo estuviera el diario, se construía una lógica en donde se premiaba la cultura del trabajo. No era para alguien que faltaba o alguien que no trabajaba. No, no; se reivindicaba la cultura del trabajo y se asumía la idea de una empresa que era compartida no solo en cuanto a su ruta sino también en cuanto a sus oportunidades.”

“Y podríamos seguir hablando de múltiples reformas. Y por supuesto de que había errores garrafales: el batllismo creía en el panamericanismo, creía que la política internacional del Uruguay tenía que ser una política pro norteamericana y que la manera de resguardarse de Argentina y de Brasil, pequeño país entre dos gigantes, era tener buena amistad con los Estados Unidos. Y quiero recordarles que Tabaré pensaba lo mismo, y Tabaré lo dijo en un lugar; en el Liceo del Opus Dei.”

“Y está lo de Luis Batlle y Perón, que siendo Luis Batlle el presidente del Consejo Nacional de Gobierno, el colegiado integral en 1955, manda en todo. Y manda al entonces coronel Líber Seregni en una misión secreta a Chile; esto lo cuenta el propio general ¿Cuál era la misión secreta del coronel Seregni en 1955, en el año de la mal llamada Cruzada Libertadora anti peronista? Era conseguir el respaldo de Chile en caso de una invasión Argentina al Uruguay. Bien, eso que se nos ocurre impensable, estaba arriba de la mesa”.

“El mismo Luis Batlle que en 1929, en un en una famosa interpelación en la que provocó a Pedro Manini Ríos, presidente de la Federación Rural, que estaba hablando del Golpe del Timón y que fue uno de los promotores del Comité de Vigilancia Económica, el Comité del Vintén, Luis Batlle lo provoca, lo saca de sus casillas y hace que Pedro Marina Ríos proclame su adhesión entusiasta al fascismo de ese hombre maravilloso que era Benito Mussolini. Y cuando hablamos de la dictadura terrista, estamos hablando de Pedro Manini Ríos, que adhirió al fascismo italiano y al franquismo; estamos hablando de Luis Alberto de Herrera, que adhirió al fascismo italiano y al franquismo y que también coqueteó con el nazismo. Y estamos hablando de Gabriel Terra, que cuando termina la presidencia se va a Italia y allí se le toma una de las últimas fotos. En esa foto está el Conde Ciano y la delegación uruguaya; todos haciendo el saludo nazi, el saludo fascista; el fascismo existió en Uruguay.”

“¿Y qué era lo que decían los informes diplomáticos? Que el peor enemigo del fascismo era el batllismo. Y uno recorre el diario El Día y la prensa batllista, y no hay una sola claudicación frente a los facismos; ni una. Como tampoco hubo ninguna claudicación frente a cualquier totalitarismo, como no hubo claudicación ante el estalinismo. Y eso que Don Pepe, cuando muere Lenin, impulsa que en el diario El Día aparezca una editorial con el título De pie, murió Lenin, que firma José Batlle y Ordóñez, en donde, marcando las enormes diferencias que tenía, reivindica la vocación transformadora del Lenin.”

“Me quiero quedar con esta idea, de que el legado de los movimientos políticos a lo largo de la historia no son propuestas concretas para restaurar, sino son inspiraciones. Estemos donde estemos, hay que reconocer las inspiraciones vigentes de aquel movimiento, de aquel primer batllismo; hay que reconocer, puntualizándolo en lo que quiera significar 100 años después o 150 años después, la necesidad de que por supuesto haya Estado y mercado pero que el Estado no sólo sea quien asigna bienes y recursos. Y hoy estamos escuchando, como una letanía, que el Estado es el mejor asignador de bienes y recursos, y cuanto menos Estado, mejor ¿Quién puede reformar al Estado, cuando lo odia? No se puede reformar aquello que se odia. Y mucho más así, si, más allá de que se lo diga de manera directa o no, ellos creen que el Estado y el Gobierno son siempre el problema y nunca la solución, y sueñan un mundo en donde para que haya menos pobres los ricos tienen que ser más ricos.”

“Para sus hijos y los hijos de sus adversarios, recojamos esa inspiración, recojamos la inspiración de atrevernos a encarar transformaciones morales; recojamos la inspiración de apostar a esa transformación permanente; recojamos la inspiración de aquellos batllistas que insatisfechos con lo que estaba pasando en el Partido Colorado buscaron crear la dimensión batllista, y recoger esa inspiración en otro espacio. Y no puede entenderse el origen del Frente Amplio sin los batllistas; no hubiera habido Frente Amplio sin Seregni, como tampoco habría sobrevivido el Frente Amplio sin ese Seregni que estuvo más de una década preso; no habría habido Frente Amplio sin voto en blanco, aun cuando fueron 85 mil. Y Líber Seregni siempre se reivindicó como batllista, siempre, siempre; para él el batllismo era un socialismo democrático. Y no hubiera habido Frente Amplio sin Zelmar Michelini, y Zelmar fue de los últimos en convencerse de romper con el Partido Colorado.

Él había vivido un duelo terrible cuando rompe con la Lista 15. La esposa de Luis Batlle, doña Matilde Ibáñez, una gran figura, tenía en su billetera la foto de Zelmar. Y cuando Zelmar rompe con la Lista 15, el duelo fue tan grande que lo primero que hizo fue sacar la foto de Zelmar y romperla. Para Zelmar, el Partido Colorado y el batllismo eran algo entrañable. Hugo Batalla decidió la ruptura con el Partido Colorado para construir el frente del pueblo y el Frente Amplio antes que Zelmar: miren que para que Batalla le haya ganado la decisión, la cosa… Y quién se decidió después fue doña Alba Roballo; Alba tardó mas, pero una vez que se decidieron fueron a construir un Frente Amplio.”

“Y ojo cuando vemos problemas que no podemos admitir en este Frente Amplio, 52 años después de aquel Frente Amplio en el que pactaba Juan Pablo Terra ¿Ustedes saben lo que era ser demócrata cristiano y prestar el lema Partido Demócrata Cristiano para que atrás, abajo, estuviera Frente Izquierda de Liberación, Partido Comunista ¿Ustedes imaginan lo que pensaba Mariano Rumor, que era el Presidente de la Internacional Demócrata Cristiana, cuando le llevaban ‘miren lo que están haciendo los demócratas cristianos en Uruguay’? Y esa inteligencia extraordinaria permitió marcando una vez más que los sistemas electorales no determinan la acción política; la condicionan pero no la determinan, porque siempre están los actores en aquel momento: Juan Pablo Terra, Zelmar Michelini, Rodney Arismendi, José Pedro Cardoso, Enrique Erro, Alba Roballo, que pactaban cosas muy difíciles en 1971, menos de tres años después de la invasión a Checoslovaquia.”

“No era fácil pactar, y pactaban asumiendo la idea de que para avanzar en la construcción de un frente transformador en un momento decisivo de la vida del país, tenía que imperar el consenso. Esos fueron los batllistas que nutrieron al Frente Amplio, como Enrique Martínez Moreno, que fue el miembro informante de esa ley maravillosa que hizo del Uruguay, esas historias grandes del Uruguay, el primer país en el mundo en reconocer el genocidio armenio. He estado en Armenia, y cuando un taxista se enteró que era uruguayo, era todo reconocimiento.”

Esa inspiración, que por supuesto no es soledad, es una historia uruguaya que tiene mucho, mucho que ver. Se ha dicho que finalmente el batllismo se ha colado tan fuertemente que todos son batllistas. No es así. Ferreira Aldunate decía ‘en el Uruguay hay tres millones de batllistas’ y después, en Navidad, cuando empezaban los cohetes, salía con sus hijos y su hija y le gritaba al vecino: ‘ves, ves, esos son los batllistas’. Porque él quería el recogimiento de la fiesta de Navidad. Y el batllismo había impulsado la ley de feriados de 1919, 18 feriados; otra idea para el 2024, 18 feriados no laborables.”

“Pero, por supuesto, entre esos feriados se cruzaban dos cosas, pues no hay almuerzos gratis: secularizar la fiesta de origen religioso y nacionalizar las fiestas universales: el primero de mayo día de los trabajadores, el 2 de mayo día de España (qué fin de semana largo), el 25 de mayo el día de América, el 4 de Julio el día de la Democracia, el 14 de Julio la Fiesta Nacional del Día de la Humanidad, el 20 de septiembre el día del Libre Pensamiento. Y luego la conversión: la Navidad el día de la Familia, el 6 de enero el día de los Reyes, día de los niños, la Semana Santa era la Semana de Turismo en la que había consenso nacional: 7 días no laborables y la conversión, la conversión más maravillosa que es el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción de María, es el día de las Playas. Uno puede decir qué ridiculez, qué ridiculez aquel modelo de organización política. Era un modelo en donde la clave era la participación. Batlle llegaba a plantear este horror de propuesta –eso sí que no–, que era la elección directa popular de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia. Pero además, el Partido Colorado tenía convención nacional que se reunía prácticamente una vez por semana, tenía comité ejecutivo nacional, tenía agrupación nacional de gobierno en donde todos los electos por el lema iban a intercambiar ideas: llevaban sus ideas y se llevaban las ideas del partido. Porque Batlle pensaba, eso sí, en el mandato imperativo de la soberanía, y la soberanía la tenía el partido y luego la sección, los clubes seccionales, los comités departamentales, la convención departamental con presidencias rotativas y con equilibrio de género.”

“Esa visión de participación, esa idea de comunidad política también tiene que ver con la inspiración. Por eso, el Uruguay no se reduce al batllismo; claro que no, Y hay muchas cosas que heredar de otros movimientos políticos y de otras figuras, y la construcción del Uruguay por suerte no ha sido una construcción en donde una visión haya logrado la hegemonía. Aquella famosa expresión de Real de Azúa es uno de los secretos de lo mejor del Uruguay: el impulso y su freno. Porque el impulso y su freno es una definición de lo que es la democracia; en una democracia no hay solamente impulso y mucho menos hay solamente freno, Carlos Maggi lo decía de manera sarcástica en los años ’60: ‘sí, en el Uruguay todo se arregla conversando y nunca del todo’. Con el tiempo, pasó a decir ‘qué maravillosa definición de la democracia: arreglar todo conversando y sabiendo que nunca se arregla algo del todo.”

¿Y por qué no? Porque la reforma solamente puede vivir de la reforma, porque las grandes transformaciones viven en el cambio, y los que promueven el cambio tienen que estar abiertos justamente al porvenir, a que vengan los jóvenes y que transfieran nuevas ideas, nuevos proyectos. Esa es la inspiración, que por supuesto tiene una enorme vigencia entre nosotros.”

 

 

  

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