La mujer redobla su lucha por igualdad

Será este miércoles 8 de marzo, claro, en el marco de la Huelga Internacional Feminista, y la consigna del paro de la mujer trabajadora que convoca el PIT-CNT es “feminismo de clase antirracista y anticapitalista”. El enfoque bien puede definirse como un avance cualitativo de las demandas de la mujer en el mundo laboral: debidamente discutido en los lugares de trabajo sobre si era un paro solo de mujeres o de todos y todes, la posición se saldó en la mesa representativa del 9 de febrero: “Nosotras estamos convocando a parar a las mujeres, en el marco de la Huelga Internacional Feminista y del paro mundial de mujeres, y cada filial y cada sindicato verá después cómo lo instrumenta”, explica la responsable de la Secretaría de Género, Equidad y Diversidad del PIT-CNT, Flor de Liz Feijóo.

La diferencia entre solo mujeres o todos y todas no se plantea hoy como un tema de concepción sino de las condiciones concretas de trabajo. “Hay sectores laborales muy masculinizados, todos hombres y una sola o dos compañeras. Y que ellas hagan un paro y los compañeros no, el sindicato puede entender que no logra ni apoyar ni visibilizar a las mismas compañeras porque el trabajo se va a desarrollar de la misma manera”.

Para llegar a este punto, hubo una discusión que Feijóo considera que les aportó. “Es muy bueno para el movimiento sindical tener la madurez de dar ese tipo de discusiones, y lo que sí es claro y es unánime, es que la importancia del rol de la mujer trabajadora hay que poder destacar y visualizarlo. Sobre todo en una coyuntura como la que tenemos hoy en día: La derecha no entiende la construcción de la igualdad, y es ahí donde surge la cuestión de clase.”

En el paro planteado se está destacando un feminismo de clase “porque era hora que las mujeres trabajadoras nos definiéramos sobre qué tipo de feminismo es el que suscribimos. Más allá de la riqueza y contenido de todas las organizaciones y movimientos feministas, nosotras desde nuestro lugar tenemos mucho que decir. Que no es nada más y nada menos que dar a conocer lo que nos pasa a las mujeres en el mundo del trabajo». Y que no es poco.

La situación específica de la mujer trabajadora que se quiere resaltar es la “del trabajo como eje que transversaliza las transformaciones. A la mujer le atañe el trabajo reproductivo, lo que comprende todo lo que hace a cuidados, a la sostenibilidad y a la reproducción de la vida misma. Su rol social es también histórico, y por lo general no es visible. Pero es gracias a ese rol que tiene la mujer, en tanto su tarea reproductiva, que está cuidando, estimulando y generando la vida de lo público”.

En el acto de preparar la comida para que el hombre lleve al trabajo hay un acto de amor pero también de cuidado. “Las compañeras no solo estamos trabajando produciendo en la fábrica sino que además en su casa estamos haciendo todo, todas las tareas que haya que hacer para que al otro día sus compañeros, sus hijos, sus padres, tengan consigo su comida”.

En concreto, “hay una parte reproductiva que nadie ve. Por eso es que la mujer tiene doble jornada, y si es militante, triple jornada”. Esa cultura impuesta, ese trabajo no renumerado,“se refleja en el PBI, que hasta no hace mucho era un 16% ”.

Y ni que hablar de las compañeras que ni siquiera pueden trabajar por tener hijos y tareas y determinadas responsabilidades en su casa. De verdad que conseguir un empleo es para ellas bastante complejo si no tienen quién le cuide los niños. A una fábrica se entra a trabajar a las siete de la mañana, y hay que llegar a las siete en punto para que no te quiten el presentismo, para que no te observen porque llegaste tarde, para discutir después con el sindicato que tenés en 10 minutos de llegada tarde porque perdiste el ómnibus, por si llovió. Iimagínate: con quién dejas los niños a las cinco y media de la mañana, seis de la mañana; ¿con quién los dejas? o con tu mamá o con los hermanitos mayores o con una tía o con una vecina, porque no tienes forma, no tienes forma de poder. Y ahí es cuando tienes ese problema, que es más que elemental, y que no lo pudo solucionar el Sistema Nacional Integral de toda la cuestión de cuidados, no lo puede solucionar hoy en día una escuela de tiempo completo”.

Si tú no pagás, definitivamente no estás tranquila de dónde dejas a tu hijo hasta que tú salgas de trabajar; y si tú pagás, le estás pagando con un salario que por lo general es bastante magro a otra mujer que te está cuidando a tu hijo con otro salario que capaz que también es muy magro. Y entonces un día dices, bueno, no trabajo más, porque estoy cambiando mi plata por otra plata y en definitiva entre lo que gasto en ómnibus y lo que gasto para ir a trabajar al final no me sirve.”

Esta desigualdad, que termina siendo una desigualdad económica, deja a las mujeres en un lugar muy diferente. El punto de partida de la mujer es desde un lugar muy diferente al de un compañero varón a la hora de poder desarrollarse integralmente en su vida. Y ni que hablar si la compañera quiere ponerse a estudiar, o a hacer gimnasia o a caminar por la rambla, ¿verdad? No puede.¿Por qué? Porque está atada a un montón de circunstancias que el propio rol social de la vida le impuso.”

Es desde esta posición social que nosotras, como mujeres trabajadoras, enfocamos la desigualdad salarial, y nos hacemos cargo de que estas brechas que existen. Pero también reivindicamos que este gobierno, con cada una de sus políticas de Estado nos deja cada vez peor. La mujer es la que paga más las consecuencias. Imagínate que una compañera que está en esa circunstancia en su casa no puede tener en la mayoría de los casos 30 años de trabajo cumplidos (para jubilarse) ¿Y por qué no puede tener 30 ni 35 años de trabajo? Porque no pudo porque cuando su hijo se enfermó tuvo que dejar de trabajar; cuando tuvo que cuidar a sus papás tuvo que dejar de trabajar; cuando tuvo problemas en su casa tuvo que dejar; porque la despidieron; porque la mandaron al seguro de paro.”

Y entonces, qué hace? Trabaja informalmente, va y vende cosas en la feria o se busca algo para hacer en su casa como el trabajo a domicilio o vende repostería por internet o hace un montón de cosas maravillosas para terminar aportando un complemento salarial” si compone parte de una familia con otros ingresos. Ya tiene problemas hoy en día, cuánto más si le aumentan la edad de jubilación, y ni que hablar si esa mujer se queda viuda, adónde voy a ir a trabajar con 45 años? O el marido se va, y ¿a dónde va ir a trabajar? Porque tampoco tenemos un modelo económico que desde el modelo productivo implique la contemplación de trabajo para todas y todos y que ese trabajo sea digno.”

O sea, estamos en un problema complejo. Si, porque si ahí nos metemos desde el punto de vista programático, en el tipo de modelo de producción que tenemos, estamos hablando de un país agro exportador donde no hay generación de industria ni hay generación de puestos de trabajo de calidad para las mujeres. Y eso se suma a todo este combo de problemas que ya tiene.”

Ante esa situación, someramente descrita, es que se convoca a este paro con la consigna ‘feminismo de clase antirracista y anticapitalista’. Yo creo que el hecho concreto de poner la realidad que viven las mujeres arriba de la mesa y hacerlo desde el movimiento sindical, es parte de cómo estamos haciendo consciencia para esa construcción colectiva. Pues no vamos a mejorar la vida de todos y de todas si de verdad no es el tema de la población en general. Y dentro de la población en general estamos hablando de las mujeres, como también podemos hablar de la discapacidad, como también podemos hablar de los problemas raciales que existen y como también podemos hablar del tema 

de empleo, de cómo generamos una vida digna para todas y todos. Al hacer un paro de mujeres no estamos fragmentando sino que estamos visibilizando para que también se tome con más fuerza las problemáticas que tenemos cada colectivo.”

En este colectivo, el de las mujeres, “hay 88 mil mujeres que ganan menos de 15 mil pesos; ese es un número real”. Según cifras del Estado, la línea de pobreza para un hogar de tres personas a enero de este año está en 19.005,75 pesos, y la canasta básica de alimentos estaba, en diciembre, a 73.484 pesos.

A esto se agrega, señala Feijóo, que salvo en el PBI, donde se estimó en 16% del producto bruto interno y ahora sería 20%, estima Feijó la cantidad de mujeres en trabajo informal o en tareas del hogar, esta realidad que describe no está en las cifras oficiales. “Pero si tú vas a la periferia y empiezas a visualizar la población desde una mirada como que estás mirando de afuera ¿no?, no sé cómo decírtelo, como que estás mirando, vas a ver muchas mujeres que están en su casa, que no tienen empleo, que muchas veces venden cosas en la feria. Y si vas para la feria –agarrá por ejemplo una feria como la de Piedras Blancas, que es una feria bastante grande– fijate cuántos puestos hay de mujeresvendiendo qué, vendiendo qué y de todo. Cuántas de esas mujeres en realidad están vendiendo formalmente en la feria o están vendiendo porque no tienen más remedio, están vendiendo porque se sacan un pesito para complementar parte de los recursos si familiares que aportan. Ellas, por lo general, no están en una vivienda digna, muchas veces tienen problemas de violencia porque el propio contexto hace que tengas problemas de violencia ¿Y esos números, dónde están? No están los números. Todos esos números no están; lo que sí está son las políticas públicas, del Estado, que no contemplan todas esas realidades. Eso es así.”

Feijóo describe un déficit en la descripción de su universo en tanto hay un déficit en políticas públicas. Y en definitiva hay un déficit de la sociedad respecto a la comprensión del problema. “Si, yo creo que sí, yo creo que sí. Creo que hay un déficit de la sociedad. Porque si no… “

Yo creo que si hubiera una mirada de la sociedad que de verdad no fuera solamente sensible sino fuera también de accionar colectivo, no le estaría pasando a las mujeres todas las cosas que le pasan, desde el tema de la pobreza hasta el tema de la violencia. Hubo más de 40 femicidios el año pasado. Y todas y todos podemos ser sensibles con el tema, y las organizaciones feministas pueden llegar a movilizar con el tema y ponerlo en agenda.

Pero desde las políticas de Estado no se genera ni las políticas ni los recursos para ir hacia un proceso de cambiar esta situación. Que sabemos que no es fácil, que todo lleva sus procesos. Pero ni siquiera pone los recursos para la prevención ¡Cómo vamos a tener ese grado de violencia en nuestro Uruguay sin siquiera tener un programa educativo, un programa que desde la educación de verdad contemple lo que significa este problema, y lo que son las políticas vigentes y lo que es la cultura patriarcal, que en definitiva es con las que estamos creciendo todas y todos! Y es así que nos falta muchísimo, y el problema de la mujer transversaliza todos estos ejes . Creo que si queremos una sociedad más democrática y más igualitaria, de verdad hay que ponerle otro tipo de mirada a la situación imperante.”

Ante este paro de 24 horas, esta convocatoria de parar las mujeres desde nuestro PIT-CNT, las organizaciones feministas han reaccionado entiendo que bien. Porque es una vieja reivindicación que también tenía el movimiento feminista. Por el 2017, se hablaba de un paro 24 horas de mujeres. Hay que ver que el movimiento feminista es un movimiento muy rico, muy diverso, donde hay muchas organizaciones y donde las trabajadoras de nuestro PIT-CNT –por lo general las dirigentes sindicales o compañeras sindicalistas– son parte de alguna organización feminista. Nosotros, por ejemplo, como PIT-CNT hemos articulado y articulamos muchísimo institucionalmente con la Intersocial Feminista pero también es claro que articulamos con otras organizaciones como MYSU (Mujer y Salud en Uruguay), por ejemplo, o somos partes de organizaciones feministas barriales que no integran ni la Intersocial Feminista ni otras organizaciones feministas. Es un mundo, repito, muy rico y muy diverso, pero que es claro que juntas tenemos que encontrarle la vuelta a esto. Porque en definitiva las mujeres de diferentes movimientos feministas también son trabajadoras.”

 

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