Ante la renuncia de Eduardo Lust a Cabildo Abierto el sector le solicitó que entregara la banca.
Que renuncie el diputado no significa que vaya a dejar de ser diputado.
Le dijo a Manini, no muchas gracias, me voy del sector y me voy con mi sillón a cuesta. Imagino que debe haber reglamentos estrictos en el parlamento para que los legisladores por más posesivos que sean no puedan llevarse para sus casas los sillones. Imagino que debe dar flor de prestigio tener en tu casa un sillón parlamentario pero las arcas del estado no dan como para estar reponiendo butacas.
Como digo hasta el cansancio creo en la política y en los políticos, pero más creo en los partidos. No imagino régimen parlamentario sin partidos que lo integren y le den contenido. Siempre, siempre, los partidos son una expresión de sectores sociales y económicos. Se agrupan en torno a ideas ( buenas o malas, eso es otro cantar) pero cada partido tiene además de símbolos o colores tiene programa de ideas, tiene reflexión acumulada a la que uno adhiere o no.
Por estos días donde la democracia es hackeada y cuestionada las organizaciones sociales toman la defensa de grupos de afines, que identifican causa común y por ella pelean. La mayor cantidad, visualidad y organización hacen a la capacidad de presión e incidencia. Ese empuje impacta en el sistema político en pos de sus objetivos.
Es de destacar que cuando los movimientos sociales son ruidosos, multitudinarios y callejeros siempre son “contenidos” y ordenados por muchas vallas y no pocas veces con mucho palo. Ahora bien, hay organizaciones sociales más silenciosas, pulcras, que impactan menos en la sensibilidad ciudadana pero que a la hora de presionar desde su organicidad, puf !!!, vaya si presionan, amenazan y mueven enormes sumas de dinero para ejercer su presión.
Pero el fin del razonamiento va a cuento de que la organización social logra una gran cohesión y adhesión de sus miembros porque se nuclean en torno al tema que los afecta.
Ahora bien la política recibe esos impactos y otros, los sucesos mismos, los intelectuales que aportan visiones sobre los sucesos, en fin la política lidia con el todo, con intereses contrapuestos, con caminos de producción de riqueza, administración de la misma, un lío.
La democracia representativa nos permite a través del voto elegir a quienes nos representan, pero los partidos nuclean a los distintos posibles candidatos con afinidad de ideas (pequeño gran detalle). Hemos tenido sonados cambios de partido pero ¿podríamos imaginar que Gonzalo Mujica o Graciela Bianchi, fueran electa/os por el Frente Amplio y en medio de un periodo hubieran renunciado y cambiado su butaca de lugar poniéndose del lado del partido Nacional? No, se fueron del Frente, se integraron a otro partido y con lo de acuerdo o no que estemos pero convocan a ser electos desde un posicionamiento claro. Las ideas de un partido que los contiene.
Ahora al revés ¿imaginamos a Lust abandonando con su butaca a Cabildo Abierto y colocándola en la bancada del FA? No, matices aparte, su pensamiento es conservador y de derecha.
La peligrosa tendencia de ser electo por un partido y luego renunciar independizandose tiene el enorme riesgo de que la ciudadanía que lo/a voto termine teniendo un representante que defiende otras ideas. Todos podemos cambiar, tenemos derecho y supongo que hasta bueno puede ser …..Pero compadre no se me quede con la butaca. Usted fue electo, no como independiente, sino como integrante de Cabildo Abierto. Dios libre y guarde que nadie me imagine defendiendo a Manini y sus huestes pero si quiero que las representaciones parlamentarias sean respetadas.
Quiero que los partidos tengan representantes que sean expresiones cabales de la corriente que los referencia.
Diversidad y atomización no son la misma cosa. El parlamento además de lugar de debate, reflexión e interacción de los partidos debe ser lugar de síntesis y legislación.
La orientación de las mismas puede no gustarme a veces pero el voto ciudadano no puede quedar en manos de procesos individuales de reflexión, tiene que ser contenidos por los agrupamientos políticos, son mayor garantía de que mi opinión y mi voto están resguardados.
Sé que hay matices, se de los límites que genera la necesidad electoral, alguna vez dijo alguien que sabía mucho de política…”podemos acordar con dios y con el diablo, sabiendo quien es dios y quién es el diablo”…los vericuetos de la vida a veces llevan a que contrarios circunstancialmente converjan en objetivos. Pero dios es dios y el diablo, ídem, el diablo.
Diputado Lust, sí Cabildo no lo representa, pues bien, es legítimo que se sienta así pero déjales la butaca. En el próximo período con fuerza, decisión y en otro lugar pídale a la gente su voto.
Por Walter Martínez
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