Activan conflicto entre China y EEUU

EEUU acordó con Filipinas el uso de otras cuatro de las nueve bases militares del archipiélago a las que ya tiene acceso, y lo hizo de la manera más pública posible, con diversas ceremonias en la primera semana de marzo con la presencia de su  y su par filipino recientemente designado Carlito Galvez.

Funcionarios de EEUU citados por New York Times afirman que es parte de un plan de aumento de fuerzas para un eventual conflicto con China y Taiwan, lo que eleva la tensión en el área a su punto máximo en la historia. El presidente estadounidense Joe Biden, se informó, tendrá conversaciones con Otan buscando su participación en el fortalecimiento de esta posición.

La constitución filipina impide el establecimiento permanente de bases militares foráneas en su territorio. Esto fue parte de los intentos frustrados del anterior presidente Rodrigo Duterte de obtener de China el apoyo estratégico que hoy retoma EEUU.

Las cuatro nuevas bases a disposición de EEUU acercan más sus fuerzas a las zonas de Taiwan y del mar meridional; otro nombre para el Mar de Sur de China, y paso fundamental del comercio chino con el mundo. China ha tratado de construir soberanía en esas aguas, apilando tierra, arena y rocas sobre puintos de bajo calado y así formando islas a las que pone su bandera, e instalando allí puestos militares.

De hecho, toda la zona viene siendo de disputa militar, asordinada sin mayor publicidad, con sobrevuelos y maniobras navales chinas agresivas hacia Taiwán, declaraciones de que se invadirá la isla para 2025 si no hay antes concesiones de su soberanía hacia China continental. A su vez, EEUU viene haciendo 300 operaciones militares conjuntas anuales con Filipinas, informó el Pentágono. El archipiélago, antigua colonia española y luego territorio de EEUU por décadas hasta independizarse en 1946, es el más antiguo de los cinco aliados militares de EEUU en la región del indo-pacífico; para EEUU, Filipinas es hoy un socio estratégico crucial en la disputa fundamental de la época entre China y EEUU.

La actual Casa Blanca tiene como política asegurarle a Beijing que no buscan contener a China reimplantando una guerra fría como la que tuvieron con la URSS. El publicitado acuerdo con Filipinas no fue siquiera mencionado por la agencia de noticias china Xinhua.Para el domingo 5 y lunes 6 de marzo estaba planteada una visita a China del secretario de Estado de EEUU Antony Blinken, con expectativas de ser recibido por el presidente chino Xi Jingpin. La visita fue “postergada” (no cancelada” por la aparición de un globo aerostático chino a gran altura sobre el norteño estado de Montana, que EEUU adjudica a intenciones de espionaje. .

Este acuerdo en Filipinas prologando la visita de Blinken, la primera en seis años de un funcionario de su rango a China y que ahora se difiere pero no se anula, es un mensaje político claro a China de los términos en que la Casa Blanca quiere situar sus relaciones con China. De hecho, EEUU tiene alianzas y acuerdos militares y económicos muy vastos en la región, incluyendo Japón, Australia y los diez países de Asean, núcleo que se proyecta como inminente gran potencia económica mundial y en la que EEUU invirtió en los últimos años 1.200 millones de dólares. Pero no han sido traídos a colación en esta oportunidad, seguramente a la espera de la reacción china. Por ahora, el acento está puesto en el intercambio diplomático, en el que la visita de Blinken será el primer paso.

 

  

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