La discusión pública entre europeos, Otan y EEUU por el pedido ucraniano de tanques alemanes domina hoy la información sobre esa guerra. Pero como en muchos matrimonios, se pelean por lo que no dicen. En opinión del coronel Gustavo Vila, la guerra en curso “se define por artillería e infantería, y los tanques no harían necesariamente la diferencia; pueden sí ganar la guerra en el campo de la información”.
“Creo que el tema es formatear el ambiente informativo; dar la idea de que todos apoyan a Ucrania, de que ‘vamos bien’, de que ‘tenemos el apoyo del mundo’. Esto, en el contexto de que Alemania es el país que tiene una posición más ambivalente, en el contexto del grupo que apoya a Ucrania, en tanto que Alemania es muy rusodependiente.”
Dos, tres, muchos tanques /
De la información disponible podría entenderse que el suministro de material bélico a Ucrania es la razón aparente del enfrentamiento de criterios en la Unión Europea, centrada en tanques Leopard 2 sí o no.. Es claro que Polonia avanza hacia constituírse como una poderosa potencia militar no nuclear en Europa, distanciándose así de Alemania; alguna información –poca– salió en los medios sobre “el grupo de Visegrado”, o V4, que está en la raíz de esta discrepancia ya pública con Alemania, y de la que EEUU procura mantenerse al margen.
El V4 está integrado por la República Checa, Polonia, Eslovaquia y Hungría y surgió en una cumbre de los gobernantes de esos países celebrada en 1991. Ellos rechazan la redistribución de refugiados dentro de Europa y critican de manera conjunta el proyecto del gasoducto North Stream 2, planteado para llevar el gas ruso directamente a Alemania a través del Mar Báltico sin pasar por Ucrania.
El antecedente histórico del V4 se remonta al año 1335, cuando el rey Carlos Roberto de Hungría convocó a una reunión en el palacio de Visegrado a los reyes Casimiro III de Polonia y al checo Juan I de Bohemia, para firmar un pacto de no agresión y procurar una mejor relación política y económica.
La versión moderna de este pacto es de 1991, en el mismo lugar y con el objetivo de establecer una cooperación entre estos Estados (cuatro, con la posterior división de Checoslovaquia en 1993) para acelerar acelerar el proceso de integración europea, y occidentalización de sus economías e instituciones tras décadas de influencia soviética.
Hoy, los países del V4 plantean la prioridad de tres ejes:
1.- Rechazo a que la UE encarne un ente burocrático que niegue la soberanía de los Estados miembros y el fortalecimiento de los Estados-Nación:
2.-Rechazo a la inmigración y favorecer políticas migratorias comunitarias más restrictivas. Tras la crisis migratoria de 2015, estos cuatro países formaron un “eje anti inmigración” que incluso incumplió las cuotas fijadas por Bruselas para la aceotación de migrantes;
3.- Rechazo al pleno funcionamiento del Estado de Derecho. La Comisión Europea llevó por eso a Polonia al Tribunal de Justicia europeo, Hungría tiene hoy una legislación muy restrictiva sobre las ONG extranjeras, y ambos países comparten la ideología del nacional-populismo, con elementos tradicionalistas y catolicismo conservador.
Vila aclaras que la suya es solo una opinión. “No podemos estar en la cabeza de Zelensky. Estamos adivinando intenciones en función de las capacidades que le atribuímos a uno y otro.” El coronel es oficial diplomado de Estado Mayor, licenciado en Ciencias Militares con orientación en Estrategia por el Instituto Militar de Estudios Superiores (IMES), y magister en Estrategia Nacional por el Centro de Altos Estudios Nacionales (CALEN).
Su percepción es que “Ucrania va a pelear todo lo posible en función de lo que la Unión Europea (UE), Otan y EEUU le proporcionan en materia de apoyo económico, político y militar, pues es la guerra propia por delegación”. Dada su situación, Ucrania quiere reafirmar y profundizar el compromiso de la UE, razona. Ése, el de profundizar el compromiso político, sería el sentido principal del insistente pedido de tanques, y en particular los Leopard 2, cuya entrega depende de Alemania que, tal como señala Vila, “es muy ruso dependiente”.
La utilidad y practicidad de los tanques en esta guerra es muy cuestionable, razona Vila. “Los tanques no son la panacea. Hay que tener tripulación, y además entrenada para esos tanques. Pasar de un sistema de armamento a otro lleva meses, en el mejor de los casos. Y en el caso de Ucrania, toda esta ayuda es una pesadilla logística. Por otro lado, están los millones de dólares que están haciendo las industrias de armamento; están locas de la vida. Pero los pobres ucranianos están recibiendo material de una amplia variedad de orígenes con distntos requerimientos técnicos, que demandan entrenamiento específico y ese personal, al que hay que mandar a entrenar al país de origen; y esa capacidad no es de por sí trasladable a equipamientos distintos. Además, cada uno de esos tipos de armamento precisa de distintas líneas de mantenimiento.”
La capacidad técnica necesaria, el que sea específica solo del personal entrenado y la gran variedad de material bélico de distinta procedencia y requerimientos, además del parque de repuestos (“una verdadera pesadilla logística”, dice Vila), es una de los aspectos que pone seriamente en duda la practicidad de recibir ese tipo de material bélico.
“Usted puede recibir material bélico con tecnología de punta, pero hay que ver si puede hacer uso de ese material. Por ejemplo: ante las dos guerras del Golfo, Saddam Hussein era la quinta potencia militar del mundo. Sin embargo, por temas culturales, económicos, de la conformación social, y más circunstancias, no estaba en condiciones de hacer uso de esos materiales.”
“Hasta este momento, Ucrania se ha manejado tácticamente muy bien. Pero la táctica no gana guerras. Hay países que no han ganado una batalla, como en la última guera de Vietnam, y sin embargo ganaron la guerra; tácticamente fueron un fracaso. Esto se da cuando hay una asimetría importante entre los contendientes.”
Además de la negativa Alemana, que pone luz sobre la diferente posición en materia de apoyo a Ucrania que la de EEUU y países europeos como Polonia, entra en juego un tema de capacidad militar ucraniana. “Los tanques hay que usarlos en masa, para lo cual no sólo hay que saber usarlos individualmente sino colectivamente. Y ahí está el gran problema de Ucrania. La guerra tiene tres niveles: estratégico, operacional y táctico. Ucrania se ha manejado relativamente bien en el plano táctico, pero ha tenido grandes fallas en lo operacional y en lo estratégico”, señala Vila.
Para Vila, “la pregunta es si los militares ucranianos, si dispusieran de ese volumen de tanques, ¿están capacitados para logra éxitos en el plano operativo tales que se transformen en elementos de peso en lo estratégico? ¿O es un poco aquello de asegurar que UE, Otan, EEUU apoyen a Zelensky y al gobierno de Ucrania? Entiendo que lo que quiere Ucrania es compromiso. Cuando usted manda blindados, se está comprometiendo; toma un compromiso importante.”
A esto se suma el criterio básico de para qué serviría disponer de ellos. “El tanque, para operar, necesita terrenos abiertos. Justamente, el gran fracaso ruso al inicio de esto, en febrero, fue que los rusos utilizaron grandes volúmenes de medios blindados y acorazados en terrenos muy restringidos, canalizados por las carreteras.Y ahí no puede funcionar el blindado. Hoy el esfuerzo ruso tiene lugar en el Donbas, y tienen que medir sus avances en metros, y no en kilómetros. La razón de eso es que en esa zona se está peleando desde el 2014, y Ucrania tuvo tiempo de defender y fortificar, con líneas de trinchera, alambradas y obstáculos. Eso hace dificilísimo el avance allí. Y justamente, es un terreno no apto para blindados”.
“Se ha combatido en las ciudades, que son la tumba de los blindados. Creo que para un soldado de infantería, que es mi arma, tener un tanque de respaldo es importante, sí; se siente seguro por la potencia de fuego. Pero no son decisivos. En este tipo de guerra y como se está combatiendo, creo que lo fundamental es la infantería, y los blindados han sido marginales.”
“Para Ucrania, reclamar estos tanques es un tema político. Yo creo eso. Es comprometer a los que apoyan. No veo una guerra de movimiento sobre el terreno. No la ha habido con grandes formaciones blindadas, como se pudo haber dado en la segunda guerra. La batalla de Kursk fue ahí nomás”. Alemania intentó y fracasó, en julio y agosto 1943, en el intento de una victoria importante que revirtiera el curso de la guerra, tras haber perdido en Stalingrado en febrero de 1943; a partir de allí, la iniciativa estratégica fue del Ejército Rojo.
“En cambio, ésta ha sido una guerra de infantería y de artillería, en terrenos muy fortificados y en ciudades. Quieren recuperar el Donbas, que es una zona muy urbanizada. Los dolores de cabeza que tuvo Putin para ocupar Mariúpol (la destrucción apocalíptica de la ciudad causó el doble de muertos en dos semanas, 20.000, que en dos años de ocupación nazi), los podría tener Zelensky para ocupar todo el Donetsk (2,3 millones de habitantes con una densidad de 84 personas por kilometro cuadrado). Y más dolor de cabeza, porque va a tener que comatir en las ciudades.”
“En esta guerra, los drones y los misiles antitanque han sido decisivos. No es la muerte del tanque, como se afirma en revistas; se lo va a seguir utilizando. Pero una cosa es la guerra que quiere hacer EEUU y otra la que puede querer hacer, por ejemplo, un país pequeño. A EEUU le sirve la guerra de tanques porque tiene potencia de choque, movilidad, potencia de fuego.”
“Es más efectivo un misil de 10, 20 o 30 mil dólares que deja fuera de combate a un tanque de cinco millones de dólares con tres operadores adentro (los rusos tienen 3 operadores, los occidentales, cuatro, y el Leopard 2 cuesta 9,3 millones de dólares). Se pierde dinero y personal.”
Un catedrático como Vila siempre algo aprende. ”Tal vez la guerra de Ucrania defina un antes y un después en tanto marca la importancia que tiene la defensa. Tal vez, tal vez, esto signifique para países como el nuestro replantearnos el sistema de defensa militar nacional.”
“El tanque va a seguir siendo importante para los países grandes y poderosos, y hay una industria armamentista que los va a querer seguir fabricando. Los países pequeños, aprendiendo de las experiencias ajenas, debemos preguntarnos qué es más conveniente hoy: comprar tanques o comprar misiles antitanques. Se podrá dar o no esa discusión; en muchos países ya se está dando. Acá no sé si se va a dar, porque hay un establishment que es bravo.”
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.