Satisfacción palestina por resolución de ONU / Declaraciones de la embajadora Rasheed

 

La Asamblea General de la ONU resolvió pedir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que emita un dictamen jurídico sobre el mantenimiento de la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza, y asesore sobre las consecuencias jurídicas derivadas de la actual «ocupación, asentamiento y anexión» de los territorios palestinos por parte de Israel, que incluyen «las medidas encaminadas a alterar la composición demográfica, el carácter y el estatuto de la ciudad santa de Jerusalén, y de su adopción de leyes y medidas discriminatorias conexas».

 Declaraciones de la embajadora Rasheed
– ¿En qué contexto se produjo esta resolución?
Es notorio que Palestina acogió con satisfacción la adopción de la resolución que solicita un dictamen de la CIJ. Es importante recordar que la votación se produjo un día después de la toma de posesión de un nuevo gobierno israelí de extrema derecha, que promete una expansión de los asentamientos judíos ilegales y acelerará sus políticas coloniales y racistas hacia los palestinos. Agradecemos a las naciones que votaron a favor de la resolución y que no se dejaron intimidar por amenazas y presiones.

– ¿Cómo describe la situación hoy del pueblo palestino?
Es importante tener en cuenta que los palestinos, independientemente de dónde se encuentren – bajo ocupación, en Israel o refugiados y desplazados en el exilio – , siguen siendo privados de su libertad, dignidad y derechos por Israel. Están en el punto de mira únicamente por lo que son – palestinos, ya sean musulmanes o cristianos – en una campaña continua de desposesión y desplazamiento, colonización y anexión, limpieza étnica y persecución por parte de este beligerante régimen de ocupación y apartheid.. (Continua)

Lo hizo en una resolución adoptada el viernes 30 por 87 votos, con 53 abstenciones y 26 votos en contra; éstos, entre otros, de EE.UU., Israel, Alemania, Italia y Gran Bretaña. Israel condenó la adopción de la resolución, mientras que los palestinos la acogieron con satisfacción. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu criticó la resolución y la calificó de «despreciable». «El pueblo judío no es ocupante en su propia tierra ni ocupante en nuestra capital eterna, Jerusalén, y ninguna resolución de la ONU puede distorsionar esa verdad histórica«, agregó Netanyahu.

Por su parte, Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino, Mahmoud Abbas, comentando la decisión de la ONU afirmó que «llegó el momento de que Israel sea un Estado sometido a la ley y rindia cuentas por sus continuos crímenes contra el pueblo» de Palestina.

La embajadora de Palestina en Uruguay, Nadya Rasheed, aceptó brindar los antecedentes y contexto de la resolución consultiva de la Corte Internacional de Justicia en un documento de nueve puntos., a los que luego agregó comentarios. El documento establece:

  1. El Estado de Palestina decidió dirigirse a la Asamblea General para solicitar una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Esta decisión se produce casi 20 años después de que la Asamblea solicitara en diciembre de 2003 una opinión consultiva sobre las consecuencias jurídicas del muro construido por Israel en el Territorio Palestino Ocupado, incluido Jerusalén Este.
  2. Este esfuerzo se centra en el derecho de los pueblos a la autodeterminación y la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por la fuerza, consagrados en la Carta de la ONU y que constituyen una de las normas más fundamentales del derecho internacional. El pueblo palestino sufre una de las violaciones más prolongadas y graves de estos principios.
  3. La cuestión planteada a la CIJ se basa en las numerosas resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General, así como en las propias determinaciones de la Corte en su opinión consultiva de 2004, y en su seguimiento.
  4. Mientras que la CIJ, en su opinión consultiva de 2004, abordó la violación del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y los asentamientos y la anexión en relación con el muro y su régimen asociado, la petición es que la Corte evalúe la situación en su totalidad a la vista de estas violaciones persistentes y determine las consecuencias jurídicas derivadas de ello.
  5. Esta solicitud se produce en el contexto de un año (2022) que ha sido el más letal para los palestinos en Cisjordania en los últimos 15 años, y marcado por el bloqueo continuado de Israel de la Franja de Gaza, la construcción y expansión de asentamientos en curso, la demolición de hogares palestinos y el desplazamiento forzoso de civiles palestinos en todo el territorio palestino ocupado, incluso en Jerusalén y sus alrededores; y, a pesar de las reiteradas demandas de la comunidad internacional para poner fin a tales políticas ilegales y el fin de la ocupación.
  6. La comunidad internacional asiste así a la continua negación de los derechos del pueblo palestino y a la destrucción de la solución de los dos Estados en las fronteras anteriores a 1967, la única solución viable y respaldada internacionalmente para poner fin al conflicto. Esto requiere de una acción colectiva urgente.
  7. Dicha acción, en un orden basado en el derecho internacional, debe basarse en la ley y por ello no sólo es legítimo sino también indispensable que la Asamblea General solicite la orientación de la CIJ en esta coyuntura crítica. La justicia internacional debe poder desempeñar su papel y contribuir a la consecución de la justicia y la paz.
  8. Por otra parte, la solicitud es coherente con la capacidad consultiva de la CIJ, ya que no se refiere a la función de resolución de litigios de la Corte, sino más bien a proporcionar orientación sobre las consecuencias jurídicas derivadas de tales políticas y prácticas para que las Naciones Unidas y la Asamblea General en particular puedan determinar las medidas más adecuadas para hacer frente a esta situación.
  9. Palestina confiaba en que las tácticas de presión e intimidación no disuadirían a los Estados miembros de ejercer su derecho soberano a determinar libremente su posición sobre este importante asunto. Confiamos en que la solidaridad, el apoyo a los mecanismos pacíficos y multilaterales, incluida la justicia internacional, y el compromiso con el Estado de derecho internacional lleven a los países a apoyar el proyecto de resolución.

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Continua entrevista a la embajadora
Y aun así, se les niega no sólo la protección internacional, sino su propio derecho a defenderse y protegerse y a resistirse a esta ocupación ilegal y violenta por todos los medios legítimos.
No es una subestimación, pues, decir que el pueblo palestino se enfrenta a un momento existencial. Nuestra lucha es nada menos que por la consecución de nuestros derechos humanos inalienables, incluido nuestro derecho a la autodeterminación, un derecho erga omnesi que no está sujeto a negociación, y por nuestro derecho fundamental a existir – en libertad, paz y seguridad, en prosperidad y dignidad – en nuestros propios hogares y tierras.

– ¿Cómo se ha llegado, entiende usted, a este punto?
Hemos llegado a este punto porque sólo una acción seria, basada en el derecho internacional, puede cambiar la triste realidad a la que nos enfrentamos, ejerciendo presión para poner fin a las violaciones de los derechos humanos y a los crímenes de guerra que se han normalizado de forma desmedida, y que de alguna manera se consideran parte del paisaje de la Palestina ocupada.

– ¿Cómo debería actuar la comunidad internacional ante esta situación que describe?
Al respecto, es urgente garantizar la protección del pueblo palestino frente a la brutalidad del régimen militar israelí -gobierno, ejército y milicias de colonos -, y exigir responsabilidades; algo esencial tanto para disuadir nuevas violaciones como para promover la justicia. Dado que el proceso político no sólo sigue estancado sino que es prácticamente imposible debido al total rechazo y obstrucción de Israel, sólo la exigencia de responsabilidades, incluso a través de la CPI (corte Penal Internacional) y la CIJ, ofrece la posibilidad de alterar la peligrosa y desastrosa trayectoria a la que Israel insiste en arrastrarnos a todos, y dirigirnos en su lugar hacia un camino que salve vidas humanas y haga posible la paz. Estamos profundamente convencidos de que la justicia internacional debe desempeñar su papel, debe contribuir a la consecución de la justicia y la paz.

– ¿Los mecanismos de la ONU han sido insuficientes hasta ahora?
Estamos ante un Consejo de Seguridad de la ONU incapacitado a pesar del flagrante desafío de Israel; ante un proceso de paz inexistente – a pesar de las constantes súplicas de paz de los dirigentes palestinos, de los más de 30 años de compromiso de buena fe en procesos de paz y de los compromisos históricos que ha asumido en aras de la paz; y ante la continua falta de medidas para que Israel rinda cuentas.

Por lo tanto, se hace imperativo que la Asamblea General cumpla con sus deberes en virtud de la Carta, incluso solicitando otra opinión consultiva de la CIJ, buscando responsablemente la orientación del principal órgano judicial internacional sobre las consecuencias jurídicas de la prolongada violación por parte de Israel del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, la ocupación, los asentamientos y la anexión del territorio palestino, incluido Jerusalén Este, su legislación y medidas discriminatorias.

Respetar la ley es la vía pacífica y de principios. No es violenta. No es una confrontación. No es una provocación; y debe ser la vía que se aliente y apoye, no la que se condene u obstruya. De hecho, esta decisión es coherente con nuestra larga búsqueda de todos los medios pacíficos, políticos, jurídicos y diplomáticos para restablecer los derechos de nuestro pueblo, incluido el derecho al retorno, a la autodeterminación, a la independencia y soberanía en su Estado de Palestina, con Jerusalén Oriental como capital, y lograr la justicia, la libertad, la paz y la seguridad que se les sigue negando. 

 

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