Las piedras | A 49 años de la heroica huelga general

El viernes 24 de junio se realizó una actividad poético-musical y luego una charla en el Centro Cultural Carlitos, ayudando a reconstruir la memoria histórica, realizada a instancia de Jóvenes Pedrenses por la Memoria, el Plenario Intersindical Las Piedras, y con el apoyo del Municipio de Las Piedras. El evento contó con una buena participación de público y la presencia del Alcalde de la ciudad, Gustavo González, así como de algunas autoridades actuales y de la pasada administración. Tres paneles con fotografías de Aurelio González (el “Gallego Aurelio”) mostraron diversos momentos de la represión desatada por la naciente dictadura.

El “hielo” de una tarde noche con frío, lo rompió el dúo integrado por Lucas Silveira (en la voz) y Mauricio Menéndez (guitarra), los que hicieron una excelente interpretación de poesía y música, con canciones de protesta, entre ellas “A las cinco de la tarde”, el famoso poema de García Lorca que funcionó como consigna para la realización de la multitudinaria manifestación antidictatorial del 9 de julio de 1973, que llenó la avenida 18 de julio desde la Plaza Independencia hasta la Plaza Libertad, reprimida de un modo que nunca se había visto en nuestro país, con las tanquetas en las calles.

 

Luego hubo un “slam”, con micrófono abierto, donde participaron alrededor de diez personas, quienes leyeron poemas o cuentos, tanto de su propia autoría como de otros. Entre ellos Claudia Ferro, Gustavo González, Marisol, Andrea Amaro, Rodolfo Caravia, Daya Bocio, Romi, Agustín, Sergio.

Donde cayó Camilo nació una cruz, no de madera sino de luz

La profesora de historia pedrense, egresada del IPA, Elena Pareja, hizo un repaso histórico, pero también una revisión de su propia memoria, diciendo en primer lugar que el origen del deterioro de la sociedad uruguaya podríamos datarla sobre mediados de los años cincuenta donde se fueron dando, paulatinamente, diversos conflictos (estudiantiles, sindicales, políticos) que fueron reprimidos cada vez con mayor dureza, hasta llegar a la dictadura. Es decir que la dictadura cívico-militar que se instaló el 27 de junio de 1973, no nació espontáneamente, sino que la precedieron una serie de hechos internos y externos que derivaron en el quiebre institucional. El estancamiento y la crisis económica fue el origen de las luchas populares, a las que luego se les responde con represión, las Medidas Prontas de Seguridad, la clausura de medios de prensa y de partidos políticos.

Yendo algo más de cien años atrás, el repaso histórico incluyó a las primeras formaciones sindicales y políticas, los anarquistas y sus luchas, y a los partidos que, bajo el influjo de la Revolución Rusa, el Partido Socialista y luego el Partido Comunista, nacieron a la luz pública. También el repaso histórico tomó cuenta del movimiento sindical, desde las primeras agrupaciones hasta el Congreso del Pueblo, de 1965, presidido por Atilio Morquio, que hizo converger a trabajadores rurales, médicos, los cooperativistas y obreros, en general a todos los sectores en actividad, y luego conformar una única central obrera, la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) al año siguiente, ejemplo de unidad clasista entre los trabajadores a nivel mundial, con un Programa único.

La profesora Elena Pareja se detuvo en la época de Pacheco Areco, y recordó la lucha llevada a cabo por los estudiantes liceales del Liceo de Las Piedras entre los años 1968-1969, por el boleto estudiantil y la forma de educar. Contó que en medio de esos conflictos, se hacían presentes miembros de la JUP y amenazaban constantemente a los estudiantes, entrando a los liceos y agrediendo a los estudiantes.

La instauración de la dictadura se dio, también, bajo el auspicio estadounidense y la Doctrina de la Seguridad Nacional, que crea un enemigo interno a combatir, y ese enemigo es quien “amenaza”, de uno u otro modo, el status quo, para de ese modo dar protección a las clases dominantes para que se sigan enriqueciendo a costa del trabajador.

De algún modo dijo que se debería hacer un movimiento de registros sobre la resistencia de las mujeres junto a la Universidad, como el movimiento de las canarias, porque las luchas de las mujeres de antes continúan hoy, bajo otras formas. También debería darse la continuidad de implementación de los sitios de la memoria, en especial el que fuera centro clandestino de detención y tortura “Los Vagones del Barrio Olímpico”, pero también en las empresas de la industria frigorífica pedrense (y de otras zonas de Canelones), como Comargen y Cruz del Sur, por ejemplo, que resistieron, ocupando las instalaciones y luego del desalojo trabajando un día y parando al siguiente, durante la huelga general.

La dictadura nació huérfana de base social

Luego hizo uso de la palabra Jorge Larrosa, extrabajador de frigorífico Comargen. Señaló el grado de lucidez del movimiento sindical al crear la CNT, como expresión de la unidad de todos los trabajadores para defender sus reivindicaciones frente a las clases dominantes. Es evidente que, mediante el golpe de Estado y la represión posterior, las clases dominantes frenaron al movimiento obrero y establecieron un modelo económico que los benefició.

El aporte principal de Larrosa fueron sus palabras sobre la situación de los frigoríficos pedrenses, Comargen y Cruz del Sur, pero también sobre Primasur o el Frigorífico Canelones, la integración sindical en la Federación Autónoma de la Carne, con diez filiales que, si bien  no estaban integradas en la CNT, sí mantenían contacto fluido con ella. Recordó en especial a Pedro Aldrovandi, quien hacía una permanente recorrida en las villas y hablaba con la gente. Habló sobre la creación de sindicatos amarillos, que estaban respaldados por Jorge Batlle y otros de la lista 15 del Partido Colorado. Incluso hubo un acercamiento con los rompehuelgas, explicándoles los motivos de su lucha, y estos terminaron avalando, en una elección de representantes sindicales por lo que la patronal pretendía la creación de un sindicato afín a ellos, a los verdaderos representantes de la Federación. Y junto al SUNCA eran los gremios que estaban al firme, a la vanguardia de la lucha sindical.

Como anécdota, y quizá de graves consecuencias, refirió que el mismo Gavazzo ingresaba a Comargen, por la puerta de atrás, con camiones militares, no se sabe bien con qué intenciones.

También dijo que la represión masiva desatada a raíz de la manifestación del 9 de julio de 1973, a las cinco de la tarde, llenó el Cilindro porque las comisarías no daban abasto y los cuarteles militares estaban más lejos. Y luego, ya en dictadura, las torturas en Los Vagones pretendían establecer —y arrancar, mediante torturas, confesiones en ese sentido— un nexo entre los sindicatos y el Partido Comunista del Uruguay, cuando muchos de los trabajadores que integraban los sindicatos no sólo no eran comunistas, sino que eran blancos, colorados, frenteamplistas o sin partido.

Sobre el momento actual, comentó que de alguna manera se le podría calificar, a este gobierno, como de “dictadura encubierta”, debido a la insistente persecución en varios niveles, y que deberíamos ir hacia una democracia avanzada, donde se tuviera en cuenta la situación de los más infelices, para que sean, realmente, los más privilegiados.

Además, y que nadie se haga el distraído, las mujeres siguen ganando menos que los hombres por el mismo trabajo. Y eso debe cambiar.

Recoger las luchas para defender la democracia

Fue el turno de Enrique “Toto” Núñez, secretario de Derechos Humanos del Sunca, quien expresó el saludo del PIT-CNT a esta iniciativa sobre la formación y las raíces de la organización sindical. La Huelga General dio una mirada internacional sobre la democracia y mostró que fue el único sector social que se enfrentó a la dictadura. La huelga general de quince días no fue algo espontáneo, sino que fue un proceso de acumulación de experiencia, y ya desde el primer día del golpe miles de uruguayos y uruguayas llenaron las calles, manifestando su rechazo a la naciente dictadura. Por lo tanto la Huelga General fue organizada, mediante las asambleas en los sindicatos, en la unidad que venía de la lucha por la instalación de los Consejos de Salarios y con una dirección pegada a la masa de trabajadores.

De esa manera, gracias a la huelga general, la dictadura no tuvo base social, esta fue una especie de barricada y generó, entre los sindicalistas, experiencias de incipiente clandestinidad, que permitió que la lucha por la democracia continuara durante todos los años que duró la dictadura. El festejo del 1° de mayo existió siempre, de distintas formas, e incluso cuando caían nuevos presos al penal de Libertad de algún modo se “festejaba”, porque significaba que la lucha continuaba, que la resistencia seguía su curso, sin descanso.

Es evidente que hay que dar la batalla cultural para defender la democracia de modo que no vuelva a suceder la persecución sindical y la represión, la tortura, la desaparición y la muerte de las y los trabajadores.

En definitiva, como decía Rosario Pietrarroia, el trabajador se siente libre cuando no lo explotan, y una huelga es una de esas experiencias que transforma al trabajador en algo colectivo, y ata su suerte personal a la de un grupo y a la de un pueblo.

Deberemos dar, constantemente, la conversación entre el pueblo y los demás sectores sobre la democracia, finalizó diciendo Enrique “Toto” Núñez, para que no vuelva a suceder la ruptura de la legalidad constitucional y la pérdida de los derechos civiles y humanos de todas y todos los uruguayos.

Por Sergio Schvarz
Periodista y escritor

  

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