Entredicho entre la Fundación Benedetti y Valentín Trujillo, director de la BN

 

Esta declaración de la Fundación Mario Benedetti tiene como origen lo manifestado por Valentín Trujillo, director de la Biblioteca Nacional quien aseguró en una actividad de la propia fundación que  «la dictadura en Uruguay también tuvo sus programas de apoyo a la cultura». Lo expresado por Trujillo genero un amplio rechazo en el ámbito de todos los sectores y actores del que hacer cultural uruguayo.

Comunicado a la opinión publica del Consejo de la Fundación Mario Benedetti

 

15 de mayo de 2021
La Fundación Mario Benedetti quiere dejar claro que en el ámbito de sus funciones y actividades, no sólo promueve el diálogo y la reflexión sino también promueve la libertad de expresión dentro de los límites del respeto mutuo, humano y democrático.

La idea de las seis mesas “La pluma y el pan” convocadas por la fundación, es la creación de un espacio de diálogo, reflexión y debate sobre la situación de los escritores y escritoras, asunto en extremo sensible a la luz de la pandemia que ha afectado a toda la sociedad, dejando al descubierto la vulnerabilidad de los artistas en general, y en particular de los escritores, tema que atañe también a los Derechos Humanos y a los derechos culturales.

Más allá de esa discusión libre que la Fundación Mario Benedetti promueve, los conceptos volcados por el director de la Biblioteca Nacional, Valentín Trujillo, obviamente estrictamente personales, en los que dice que la cultura “tuvo un florecimiento y una ebullición gigantescos” durante la dictadura, nos obligan a recordar que la FMB es una institución creada en vida por Mario Benedetti para la promoción de los DDHH, con hincapié en todas heridas y consecuencias que conllevó la dictadura, además del apoyo a los escritores/as
nacionales. De más está decir que Mario fue perseguido por la dictadura y amenazado de muerte al igual que cientos de artistas, y que hasta sus últimos días luchó contra esas barbaries. Nos es importante recordar, a la vez, lo que significó la contracultura, esas voces de la cultura en resistencia que constituyeron una valiente herramienta de creación en el ámbito teatral, musical, y poético.

Consejo de la Fundación Mario Benedetti
Hortensia Campanella
Washington Carrasco
Diane Denoir
Silvia Guerra
Andrés Olivetti

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Valentín Trujillo

Aquí lo que consigna Montevideo Portal sobre lo expresado por Valentín Trujillo director de la Biblioteca Nacional, en la mesa sobre “La pluma y el pan”; «Con todos los problemas políticos, sociales, legales y demás que tuvo la dictadura en el Uruguay, también tuvo sus programas de apoyo a la cultura. Sería tonto negarlo. Podemos tener por supuesto todas las diferencias, todos los matices, y una situación absolutamente anómala, pero incluso allí había programas de apoyo a la literatura, a las artes plásticas, y a otras artes. A ver, entre enormes comillas, gracias al desafío gigantesco, político sobre todo, que significó la dictadura para el Uruguay, el teatro independiente uruguayo tuvo un florecimiento y una ebullición gigantescos. E incluso en muchos casos jugando de una manera muy, muy, muy particular entre lo estatal y lo privado»

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Otras reacciones

Un grupo de ciudadanos inició una recolección de firmas por change.org expresando su “sorpresa” ante las afirmaciones realizadas por Valentín Trujillo,  

«Los abajo firmantes queremos expresar nuestra sorpresa ante el tenor de las declaraciones del señor Valentín Trujillo, director de la Biblioteca Nacional, en el marco de una actividad organizada por la Fundación Mario Benedetti el pasado 12 de mayo de 2021.

En ocasión del desarrollo de la 6ª mesa de los diálogos colectivos sobre la situación de los escritores y escritoras en el Uruguay el señor director de la Biblioteca Nacional hizo – entre otras -, las siguientes declaraciones:

«Con todos los problemas políticos, sociales, legales y demás que tuvo la dictadura en el Uruguay, también tuvo sus programas de apoyo a la cultura. Sería tonto negarlo. Podemos tener por supuesto todas las diferencias, todos los matices, y una situación absolutamente anómala, pero incluso allí había programas de apoyo a la literatura, a las artes plásticas, y a otras artes. A ver, entre enormes comillas, gracias al desafío gigantesco, político sobre todo, que significó la dictadura para el Uruguay, el teatro independiente uruguayo tuvo un florecimiento y una ebullición gigantescos. E incluso en muchos casos jugando de una manera muy muy muy particular entre lo estatal y lo privado».

https://youtu.be/OhDkKTp9qWU

La balanza tiene dos platos, en uno de ellos están los destituidos, los presos, los exiliados, los censurados, la libertad sojuzgada durante todo ese nefasto período. Claro que hubo creación artística y cultural, valiente, decidida, pero a pesar de las prohibiciones, persecuciones, prisiones y censuras que la dictadura imponía. Hubo cultura pese a la dictadura, no gracias a ella, sino como resultado del apoyo de los ciudadanos y ciudadanas que respaldaron la cultura democrática. Nada de lo que hayan propiciado desde el régimen – esencialmente arte obsecuente y de espaldas al sufrimiento de los uruguayos -, oculta la magnitud del desastre que originaron en el entramado cultural y educativo uruguayo. Esa destrucción sistemática tiene un impacto que llega hasta nuestros días.

En su intervención el señor director de la Biblioteca Nacional no hace mención a estas cuestiones, y por ende pone el acento en una de los platillos de la balanza. Por cierto tampoco nombra cuales eran esos programas de «apoyo a la cultura». ¿Se refiere el director a la clausura de prensa, la prohibición de artistas, la vigilancia en las salas?

No concordamos con la relativización de los efectos que sobre la cultura y la educación tuvo el período dictatorial. Queremos expresar una vez más, y todas las que sean necesarias, nuestro más absoluto repudio a la dictadura y a sus acciones en todos los campos de la vida de nuestra sociedad, y en este caso al ataque sistemático y al daño cuantitativo y cualitativo que asestaron a la cultura y a la educación en nuestro país. Ese es el resumen de esa época oscura y trágica, y cualquier intento de atenuar estos aspectos, voluntario o involuntario, debe ser marcado enérgicamente en el marco del intercambio libre y democrático».

 

  

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