En la Primera Guerra Mundial el 20% de la industria en USA dependía de los contratos del Pentágono. Hoy depende en un 80% aproximadamente. Si buscan la mayor tasa de ganancia, cuantas más guerras hay, obtienen mayores ganancias.
Sí en el centro de la planificación estratégica tienen a los recursos, es suicida descartar como enemigo posible al imperio estadounidense. El documento del gobierno dice que no tenemos países enemigos.
El documento del gobierno de Lacalle Pou le asigna total prioridad a la batalla contra el terrorismo y el narcotráfico- estrechamente vínculos según la Casa Blanca-. Esto ya estaba planteado por el accionar del Comando Sur y la nueva estrategia declarada en setiembre de 2002: “Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América”.
El Comando Sur de EE.UU. gira en torno a 4 ejes:
1-cooperación en materia de seguridad regional;
2-asistencia militar para mejorar la capacidad de combate de las fuerzas armadas de la región;
3-lucha contra el narcotráfico, y
4- flexibilidad organizativa y operativa del Comando Sur para responder a los nuevos “desafíos” (esto es tan genérico que entra cualquier cosa).
La política llevada en los últimos cinco años es de romper o debilitar los organismos que no tuviesen origen en los Estados Unidos.
Con la actual correlación de fuerzas en el Atlántico, tienen a Bolsonaro en Brasil y Lacalle Pou en Uruguay; Argentina y Venezuela le juegan en contra. Siendo el enemigo a vencer en lo inmediato el gobierno Bolivariano. La derrota de Macri en Argentina fue un golpe para la estrategia de EE.UU. Y el triunfo de Andrés Manuel López Obrador otro problema a escala regional.
Pero el imperialismo continúa con su estrategia, usando la OEA, reflotando el TIAR y manteniendo la Junta Interamericana de Defensa. Esto con la nueva correlación de fuerzas en el continente, es el marco político-militar para seguir con instrumentos de la Guerra Fría sin la misma o pretendiendo recrear una nueva “Guerra Fría”, donde reciclan la vieja Doctrina de la Seguridad Nacional del enemigo interno para las FF.AA.
Siguen con los ejercicios militares conjuntos, siguen imponiendo su armamento, lo que genera dependencias múltiples., como repuestos, entrenamiento, etc.
Aumentan las bases militares que son como capas envolventes que garantizan el acceso a los recursos naturales estratégicos y la posible intervención contra quienes resisten los intereses dominantes.
Uno de las razones esgrimidas por el Comando Sur es que las bases sirven para ser utilizadas para combatir el narcotráfico. Como el caso de Costa Rica que autorizó el desembarco de 16.000 marines y 46 embarcaciones. De esto el documento del gobierno uruguayo no dice nada.
El viejo tipo de bases de la Guerra Fría, con el desarrollo de la tecnología militar y cambios en la aviación, no son tan necesarias. Ahora pululan las FOL (Forward Operating Locations), o Sitio de Operaciones Avanzadas, que permiten el despliegue rápido de efectivos militares, donde lo principal es una buena pista de aterrizaje, que permita operar grandes naves –apoyado por una red de radares como parte de un muy sofisticado sistema de comunicaciones y seguro aprovisionamiento de combustible-.
Estas instalaciones tiene poco personal, pero permiten que operen los enormes aviones C-17 o los Awacs y un sofisticado sistema de inteligencia.
¿Por qué planteó esto? Porque con la excusa de ayudas humanitarias se estaría posibilitando el uso de una pista de aterrizaje y la infraestructura para usos de otro tipo.
En el documento gubernamental uruguayo se habla de los vínculos hemisféricos, que dados el tipo de amenazas que se plantean, están sintonía con la estrategia de EE.UU. En el discurso del Pentágono es central la lucha contra el narcotráfico. Lo mismo dicen acá.
Dos de las drogas más pesadas son la cocaína y la heroína. Colombia produce la cocaína y Afganistán la heroína. Colombia tiene cada vez más plantíos de hoja de coca. Lo mismo pasa en Afganistán con la amapola.
En Congreso de EE.UU. acaba de decir que han fracasado en Colombia en la guerra contra las drogas desde Nixon a la fecha. Fracasó el Plan Colombia, la DEA, el FBI y la CIA. Y acá nos quieren hacer creer que van a resolver el problema del tráfico de drogas con aspectos punitivos. No puede “Papa”…Poner a las FF.AA. uruguayas en la lucha contra el narcotráfico, sin tener hipótesis de guerra claras, es volver a recorrer el camino del enemigo interno y no prepararse para lo que dice la Ley Marco de Defensa Nacional que votaron todos los partidos políticos.
La FF.AA. se tiene que preparar para la misión principal.
Por Pablo Reveca
Comunicador Uruguayo
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