Anticipaciones del habitar II

Una vez resumido en un primer artículo el contexto dinámico del habitar humano desde el comienzo de este siglo, tentamos establecer sus componentes:

1-Definir las nuevas  demandas en términos de composición de las mismas, localización espacial y duración del uso. Determinar los flujos y necesidades fluctuantes de la demanda móvil en el nuevo “habitar” sobre el planeta.                  Instrumentar la trazabilidad  de los flujos para ubicar y ponderar el origen de los demandantes, anticipar sus  escalas, duración de las mismas y  modos de tenencia probables.

2-Los modos de tenencia actualizados al uso y la demanda actual. La permanencia rotativa de usuarios sustituye la propiedad de vivienda por el arrendamiento.” Los propietarios bajan, los inquilinos suben”1 y la relación alquiler ingresos ya no es en función  de estos últimos. Las garantías son un componente indisoluble por lo que deben crearse Bonos de garantía u otros instrumentos de protección al arrendador, que faciliten y agilicen el arriendo en la actualidad y su costo anexado.

3-Ubicar el producto entre los conceptos de Derecho a Vivienda y Mercancía. Entre el propietarismo y el arrendamiento una” definición de política habitacional (desde el Estado) propone generar oferta a preferencias y completar con subsidios”2 Esta propuesta de satisfacer la demanda por la compra no debe prevalecer sobre otros modos de tenencia, comenzando por el alquiler. Los emprendimientos privados con financiación propia y mediante exoneraciones del Estado, deben compartir riesgos y obligaciones. El destino arrendamiento para viviendas, su mantenimiento y gestión, requiere más de las últimas.

 4-El diseño, las tipologías, las funcionalidades, la duración y movilidad. Las tipologías responden a las nuevas formas de habitar. Los espacios interiores tienden a ser menos acorde a nuevos usuarios. La propia y arcaica cocina se reduce a un gabinete con artefactos. Las funciones en la vivienda también han cambiado y ahora al influjo del teletrabajo siguen cambiando, regenerando espacios con nuevas funciones. La duración de los equipamientos y las propias viviendas están en relación a estos usos discontinuados, esporádicos en muchos casos. La movilidad social llega a traducirse en necesidad de movilidad física de las viviendas. El ejemplo más cercano son las implantaciones casi portátiles de las mega obras neo industriales como UPM. Había sucedido anticipadamente con las viviendas para la construcción de la represa de Palmar, ociosas durante años hasta su utilización con fines turísticos.

5-Actores de la construcción física: división del trabajo y especializaciones. Simultáneamente a la creciente utilización de materiales artificiales, sustituyendo los naturales, la división del trabajo se multiplicó en nuevas especializaciones. Nacieron profesiones y herramientas informáticas que invaden (y sustituyen) incluso las profesionales clásicas.

 6- Los marcos legales, fiscales y normativos, el medio ambiente. Esta mutación integral se desapega de las normas establecidas incluso desde hace pocos años. La necesidad de actualizar es permanente, continuada, pues cuando la excepción comienza a ser numerosa, bien intencionada, lo que está fallando es la regla. En particular  crece la presión por el cuidado del ambiente en todos los procesos, desde el de la construcción al posterior de uso y mantenimiento.

7- El planeamiento territorial como actor protagonista.La localización de las nuevas tipologías debe ser anticipada por los gobiernos con herramientas actualizada de planeamiento territorial. El encare integral, sistémico, de las implantaciones al servicio de una  sociedad dinámica es una obligación primordial de las instituciones nacionales y locales.

 

Por Luis Fabre

La ONDA digital Nº 958 (Síganos en Twitter y facebook)
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