FA: Balance y perspectivas

El 24 de noviembre con el empate técnico el Frente Amplio salió fortalecido y anímicamente muy fuerte. Se perdió la elección pero hubo una espectacular arremetida final de los frentistas. A tal punto que esa noche, de alguna manera, festejaron los perdedores y los ganadores tuvieron que esperar por los votos observados. Hubieron causas de todo tipo, pero es necesario realizar evaluaciones muy amplias y con la mayor participación posible. Desde el campo internacional una nota de Porsecansky en el Observador muestra un estudio de dos investigadores brasileños que correlacionan los precios internacionales de las commodities que exporta la región con las respectivas elecciones. Cuando los precios internacionales de estos productos suben las elecciones las gana el oficialismo.

Cuando estos precios caen gana la oposición. Y muestra resultados en distintos países de la región. En el caso uruguayo, el autor de esta nota ha enfatizado en el atraso cambiario que pudo haber influido en la derrota del FA en el interior del país y en los problemas del desempleo, especialmente en rubros relevantes del sector de la industria manufacturera.

Los temas de seguridad y empleo estuvieron muy presentes. Con el tema de la seguridad salieron favorecidos Manini Ríos con Cabildo Abierto, especialmente en los sectores vulnerables. En el tema del empleo no hubo una estrategia de desarrollo que marcara rubros, actividades y sectores que generan empleos para protegerlos, apoyarlos y promoverlos con distintos instrumentos de política económica. 15 1ños de gobiernos frentistas generaron descontentos y desencantos. Se votó mal en octubre con 39% de los votos y se mejoró sensiblemente en la segunda vuelta con alta participación de frenteamplistas en el voto a voto, por el miedo a que triunfara la derecha y con los dichos de Manini y participación de otros militares. Ello significó para el FA un aumento de 190.000 votos más en la segunda vuelta.

El FA gana entre los jóvenes pero en menor proporción que en el pasado. También gana entre los hijos de familias frentistas, pero con menor proporción que en elecciones anteriores. En las capas medias había descontentos por temas impositivos, pero probablemente el temor a la derecha influyó para votar al FA en la segunda vuelta. En los sectores vulnerables penetró el discurso de Manini y la seguridad, pero para la segunda vuelta el 25% de los votos de Cabildo Abierto retornaron al Frente Amplio.

El futuro no es sencillo. En lo internacional queda sola la Argentina de los Fernández, mientras continúan movilizaciones de protestas en Chile, Bolivia y Colombia. En lo interno, el FA pasa a la oposición con13 senadores y 42 diputados. Deberá realizar una oposición constructiva aprovechando los conocimientos de 15 años de gobierno. Pero también una oposición muy dura contra Manini y Cabildo Abierto que representan la extrema derecha y el bolsonarismo en el Uruguay.

Es imprescindible para esta nueva etapa y atendiendo además a las elecciones departamentales de mayo del 2020, realizar una autocrítica global de lo actuado. Ésta debe ser profunda pero fraterna, asegurando la unidad de la fuerza política que es el factor central que diferencia la izquierda uruguaya de las izquierdas internacionales. Debe efectuarse con una amplia participación, que incluya los diversos colectivos que surgieron en noviembre, porque el papel de las masas frentistas fue vital para la remontada de la segunda vuelta. La autocrítica es a la gestión de los gobiernos frentistas, a la bancada parlamentaria y a la fuerza pol{itica y su orgánica.

Los gobiernos frentistas tienen muchos logros, pero también hay decisiones inconvenientes y errores que afectaron lo popular. En la bancada parlamentaria no siempre se cumplió la disciplina partidaria y vale la realización de una evaluación directa. El reciente libro Tiempos de Democracia Plebeya de Constanza Moreira ofrece un panorama muy rico en información e interpretaciones de los distintos acontecimientos. Vale la pena una revisión de la estructura orgánica del Frente Amplio como fuerza política. Entre el Poder Ejecutivo frentista, la bancada parlamentaria y la fuerza política predominó claramente el Ejecutivo. El Frente no tuvo dirección política y ello influyó en la falta de vínculos directos con las organizaciones sociales. Los principales líderes políticos sectoriales no concurren ni a la Mesa Política, ni al Secretariado, ni menos a los Plenarios.

Pero manifiestan sus opiniones y discuten en los medios de comunicación. Y ese es uno de los elementos que generan preocupación y descontento. Mañana no va a estar el Ejecutivo y se vuelve indispensable una reorganización de la estructura orgánica, que le permita debatir con nivel, credibilidad en sus decisiones, vínculo con las organizaciones sociales, cercanía con las bases y masas frentistas y sobre todo la incorporación de los jóvenes a los ámbitos de dirección.

La autocrítica es indispensable para la política de futuro, para generar expectativas favorables y esperanzas, para que las nuevas generaciones tomen la posta y generen nuevas transformaciones económicas, sociales y culturales y ayuden a la izquierda latinoamericana a avanzar hacia los objetivos de igualdad.

Por Alberto Couriel
Economista y ex senador

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