Relaciones de poder internacionales

En la nota anterior sobre Democracia y Capitalismo reivindicamos a la democracia como un objetivo en sí mismo, y mostramos las dificultades de encontrar fórmulas adecuadas para modificar la propiedad de los medios de producción vigentes en el capitalismo.

Transformar el capitalismo significa conocer su realidad e interpretarla adecuadamente. Hoy analizaremos las relaciones de poder en el campo internacional, que son partes de la exposición que realicé el 30 de agosto en el acto de homenaje que se me brindó.

En las actuales relaciones de poder tienen mucha fuerza las grandes empresas transnacionales con sede en los grandes países de Occidente. Estas transnacionales explican el 75 % del comercio mundial, predominan en las cadenas de valor y participan directamente en los acuerdos comerciales. Estos, que se elaboran secretamente por los distintos gobiernos, le otorgan ahora información y participación directa a estas grandes empresas. Lógicamente su poder le da influencia en la política económica de los países dependientes y en la conformación de su estructura productiva.

El capitalismo financiero predomina en la actual fase del capitalismo. Es muy nítido mostrar como lo financiero predomina sobre lo productivo y lo social. El ejemplo de Grecia en los últimos años, es una clara demostración de este predominio financiero- La propia crisis económica de la Unión Europea marca también la influencia de lo financiero en los objetivos de la política económica. Grandes empresas transnacionales ganan más en operaciones financieras especulativas que en sus negocios normales. Es tan relevante la influencia de lo financiero, que hace 40 años los activos financieros eran un tercio del Producto bruto mundial y en la actualidad alcanzan a 14 veces dicho producto. Otro ejemplo nítido de estos días, es la situación de Argentina donde 70% de los préstamos del FMI quedan en manos de procesos especulativos financieros y se transforman en fuga de capitales. Estos procesos especulativos financieros explican también, en buena medida, el aumento de las desigualdades de ingresos, tanto en el mundo desarrollado como en los países subdesarrollados.

Otra forma de analizar las relaciones de poder nos muestra la hegemonía militar de los EE UU, cuyo gasto militar es tres veces el de China y presenta avances tecnológicos permanentes en este plano. También hay predominio de los EE UU en el campo comunicacional de enorme influencia sobre la cultura, las ideas y los valores. En el campo financiero hay predominio de EE UU por el uso de su moneda dólares, en el campo internacional y como moneda de reserva, aunque habrá competencia en el futuro. En el campo tecnológico hay predominio de los EE UU, pero comienza una etapa de competencia con China. La gran novedad del siglo XXI es la presencia y los avances económicos de China, con claro predominio en el campo comercial por alcanzar el primer lugar de exportaciones de bienes. Hoy al influjo de Donald Trump, presidente de los EE UU, estamos viviendo procesos de diálogo y de guerras entre EE UU y China. Se habla de guerra comercial por los aumentos de aranceles que inicia EE UU y retruca China. Se habla de guerra de divisas, se habla de enfrentamientos tecnológicos, y más adelante competencia militar.

En este cuadro de competencias entre EE UU y China, la Unión Europea ha perdido poder, lo que se agrava con la actual situación del Brexit. La histórica alianza de EE UU con Europa se ve empañada por las continuas declaraciones de Trump criticando a los antiguos gobiernos aliados. Crisis económicas, predominio de lo financiero que multiplica las desigualdades, declaraciones fuera de lugar de Trump van generando avances de la extrema derecha como ocurre en Italia, Austria, Hungría, Polonia, que terminan poniendo en tela de juicio nada menos que principios básicos de la democracia.

Por otro lado, hay acuerdos de cooperación militar entre China y Rusia que también influyen en las relaciones de poder. Las declaraciones de Trump generan permanentemente incertidumbres y generan diferencias internas en el gobierno de los EE UU. China avanzando económica y tecnológicamente, Rusia y EE UU conforman un trío a tener presente en la evolución del capitalismo y en las relaciones de poder. Las empresas transnacionales seguirán manteniendo poder, el poder financiero genera crisis en el capitalismo, pero mantiene mucha fuerza y los organismos financieros internacionales le siguen otorgando prioridad. Trump sigue profundizando las incertidumbres.

Los avances tecnológicos van a tener mucha influencia en el futuro. Mientras tanto, la América Latina no está preparada para enfrentar estos acontecimientos. No tiene unidad para negociar con el mundo desarrollado ni tampoco estrategias de desarrollo que le permita un horizonte, una hoja de ruta para defenderse. China pesa mucho en la América del Sur y EE UU en Mëxico y Centro América. Lo analizaremos en la próxima nota.

Por Alberto Couriel
Economista y ex senador

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