El viernes 30, recibimos en la Junta Departamental al Ingeniero Agrónomo argentino Eduardo Cerdá, invitado a San José por la Red de Agroecología. Profesional con sólida experiencia, consultor de organismos internacionales como FAO, promueve una visión alternativa para la producción. Cada vez más personas advierten en nuestro país, la región y el mundo, que el modelo de producción no da para más y es necesario hacer las cosas de otra manera. A veces, para quienes estamos en algunas luchas sociales nos viene bien que alguien de “afuera” traiga otra opinión muy fundamentada porque parece que en “casa de herrero, cuchillo de palo”. La propuesta central consistió en que los Municipios del departamento se incorporen a la Red Bi-Nacional de Municipios Agroecológicos. Falero les dijo que sí, que ‘vamo arriba’.
La reunión en la Junta también generó muy buenas impresiones entre los ediles presentes. Quedé pensando, ojalá las buenas intenciones y palabras se transformen en acciones. ¿Será posible? Pero no puedo dejar de pensar lo que pasó hace unos meses en la misma Junta departamental.
Entonces, hace muy poco, se presentó un proyecto de decreto en el que se limita la distancia de fumigación para las viviendas rurales, respetando los mismos retiros que establece la norma nacional para los centros educativos. Se realizó una sesión extraordinaria, se invitó a los participantes de la Red de Agroecología y a la Directora Departamental de Salud, pero naufragó porque los votos del oficialismo no estuvieron. El Partido Nacional se opuso a este decreto que colocaría al departamento como pionero en el país para el cuidado de la salud de la población rural.
El año pasado presentamos también un proyecto de decreto, en la Comisión de Legislación, denominado: “Eliminación del uso de glifosato y otros plaguicidas y herbicidas químicos del espacio público urbano”. ¿Sabe una cosa? Ahí está, aún no hay acuerdo para que se apruebe en comisión y se eleve al ejecutivo.
Las excusas suelen ser de diversa índole, pero en ambos casos se alega que varias son competencias nacionales. Está bien, si fueran leyes para todo el país sería mejor. Mientras tanto, podemos ir más rápido en el ámbito departamental y marcar tendencias que desde lo local incidan en las políticas nacionales, como lo ha hecho Canelones, por ejemplo, delimitando zonas enteras donde sólo se puede producir de forma agroecológica.
Fíjese usted que el informe de Facultad de Ciencias de la Universidad de la República sobre el estudio del río San José y las últimas crecientes, fue categórico: el modelo de producción deteriora las márgenes del río, empobrece los suelos creando condiciones para que el río se desborde con mayor facilidad ante una crecida.
¿No será hora de hacer algo?
Si existe un compromiso de verdad sobre el modelo agroecológico, se podría comenzar por aprobar estos dos decretos que ya están presentados. Pero además, se puede impulsar espacios de venta de productos agroecológicos (a veces como consumidores no encontramos dónde comprar), se pueden establecer incentivos o premios para la producción con este modelo, y también de esta manera contribuir a la implementación del Plan Nacional de Agroecología. Se pueden hacer muchas cosas. Crear conciencia no sería menor.
Estamos a tiempo de dar alguna señal política antes que termine el período, lo tenemos al alcance de la mano. La voluntad política se puede transformar en normas y acciones. ¿Será posible?
Me parece oportuno a esta altura de la nota destacar el trabajo, en esta área, de Eduardo Bauzá, pequeño productor de la zona de Bella Vista que ha sido uno de los promotores de esta actividad; y tantas otras.
Por Ana Gabriela Fernández
Edila en la Junta Departamental de San José. Actriz egresada de la EMAD y Educadora Social. Doctoranda en estudios de Género en la Universidad de Oviedo. Docente e investigadora en el Programa Género y Cultura de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
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