A 46 años de la huelga general…

Caso único, ante un golpe de Estado, una huelga general de 15 días de los trabajadores organizados. Comenzaba la resistencia de los trabajadores y el pueblo contra una dictadura basada en la Doctrina de la Seguridad Nacional.

Las pintadas de las fotos que sacó el gallego Aurelio, no dejan duda: “¡Abajo el golpe fascista!”.

La huelga general con ocupación de los lugares de trabajo, fue resuelta por los trabajadores en el año 1964, después del golpe fascista en Brasil. El 4 de abril llega a Uruguay el presidente derrocado de Brasil: J. Goulart. El 16 de junio se realiza un grandioso acto en defensa de las libertades y contra el intento  de golpe de estado acá en nuestro país. En estas circunstancias nace la idea que ante un quiebre institucional, los trabajadores responderán – como lo hicieron en junio de 1973- con la Huelga General y la ocupación de los lugares de trabajo.

El 17 de junio se produce un paro nacional contra el intento de golpe de estado. El 31 de Julio en medio de las luchas de los trabajadores se realiza el acto de apertura de la Convención Nacional de Trabajadores en el Platense Patín Club. El 2 de agosto clausura sus sesiones, la Convención Nacional de Trabajadores  (CNT), resolviendo entre otras cosas la convocatoria del Congreso del Pueblo.

La actitud a tomar ante un golpe de estado estaba desde el inicio.

El aumento de la represión en los años sesenta y setenta, fue templando al movimiento obrero. En cada instancia organizativa, se volvía a machacar con la idea de la huelga general ante un quiebre institucional. Por eso, en la misma madrugada del 27 de junio de 1973, a las seis de la mañana se empezaban a ocupar los lugares de trabajo, tanto públicos como privados. Cientos de lugares ocupados. Solo en el metal 200 lugares. La Untmra en abril había hecho un simulacro de huelga en esos lugares.

Entre las características del golpe de Estado en el Uruguay – según Álvaro Rico- tenemos las siguientes:

1- A) Gradualidad del proceso. El golpe fue el resultado de un proceso histórico gradual de crisis, donde la democracia y sus instituciones se fueron transformando en una cáscara vacía. Estuvo precedido por el gobierno autoritario y represivo del colorado Jorge Pacheco Areco.

2- B) Etapas dentro del Golpe. La ejecución del golpe no fue un baño de sangre como el golpe de Pinochet en Chile. Fueron asesinados dos estudiantes: Ramón Peré y Walter Medina. Luego fue creciendo la represión.

3- C) Golpe “Institucional”. Se trató de un golpe dado por el propio Juan María Bordaberry, que pasó de ser presidente de jure a presidente de facto, o sea, dictador. No hubo una interrupción como en Chile, sino continuidad. Incluso de los 19 intendentes, 18 siguieron en sus cargos.

4- D) Carácter Cívico-Militar del Régimen. Contó con el apoyo de la FF.AA. y con una base política y social. (Pachequistas, mayoría herrerista y casi todas las cámaras empresariales).

5- E) Respuesta Antidictatorial. Característica única en la región. Respuesta inmediata de la CNT, que conmovieron al Uruguay y al mundo.

La huelga fue en todo el país. Y Paysandú fue Heroica de nuevo.

Paysandú tuvo tres defensas importantes.

. La “Heroica” Paysandú siendo una villa soportó varios asedios. En 1811 al inicio de la Revolución Artiguista, la guarnición patriota comandada por Francisco Bicudo que defendía la plaza del ataque de las tropas portuguesas que invadieron la Banda Oriental, resistió el sitio hasta que fue tomada por asalto y sus defensores ejecutados.

. Fue el sitio a Paysandú por las tropas de Venancio Flores. Durante un mes, desde el 2 de diciembre de 1864 hasta el 2 de enero de 1865, las fuerzas sublevadas que traicionaron a la patria por contar con el apoyo del Imperio del Brasil reunieron 15.000 militares contra los 1.086 patriotas encabezados por el coronel Leandro Gómez. El resto es historia conocida que los sanduceros la conocen bien.

. Fue la Heroica Huelga General de 16 días – en Paysandú duró un día más-contra la dictadura y en defensa de la democracia, donde los trabajadores de Paysandú fueron fieles a sus mejores tradiciones.

O sea que, en 1811 con Artigas y contra el invasor portugués; en 1864-65 contra la traición de Venancio Flores, la canallada de Mitre y contra el invasor brasileño; y en junio de 1973, desde el primer día contra la dictadura cívico-militar de la Doctrina de la Seguridad Nacional, que pisoteó la democracia y violó todos los derechos humanos.

Quiero recordar – perdón si falta algo- a vuelo de pájaro una parte de aquella nueva gesta sanducera.

Paylana estuvo ocupada 16 días y el último día cuando la desalojan, que suenan las sirenas de la zona industrial y la gente por miles rodea la fábrica en solidaridad – cosa que estaba prevista de antemano- En  los alrededores había unas dos mil personas cantando el himno ante las bayonetas. Los soldados temblaban ante la valentía de la gente, de mujeres y hombres. Ese día desalojaron primero a la Norteña – que se sentía a una cuadras que venían cantando: ¡si esto no es el pueblo, el pueblo donde está, el pueblo está en la calle, por pan y libertad!-, luego desalojaron Paycueros y Paylana, que están juntas. Recuerdo al “Conejo” Hermes Pastorini de Paylana parado en una mesa, con un megáfono arengando a los trabajadores e invitando a la marcha de 12 de julio que se hizo por la tarde en la plaza Constitución, donde fuimos gaseados y reprimidos.

Recuerdo a Héctor Duarte, Renée Costa y Pablo López de Paycueros.

La planta de Coca Cola también estaba ocupada. La mayoría muy jóvenes. Al final de la huelga, los milicos hicieron un plebiscito y perdieron por el 100%.

Otro de los baluartes de la huelga fueron los municipales de ADEYOM, donde se destacaban los queridos compañeros: Nery Bianco, José Luis Varela (“el Cabezón”), el “Negro” Héctor Escobar y Gregorio Lamela. La aceitera, donde hoy está la terminal de ómnibus de Paysandú- también estuvo ocupada, encabezada por el entrañable compañero Carlos Rusi. El frigorífico Casa Blanca hizo la huelga pero sin ocupación. Los escribanos pararon cuatro días. Los bancarios con Rúben Obispo al frente ocuparon y pararon.

El puerto paró. Ahí estaban entre otros compañeros Mario Villalva, Liborio Franco e Ivo Fernández – que lo asesinaron luego en 1976 en el cuartel-, por hacer un paro en solidaridad con compañeros suspendidos.

Los obreros de la FOL (Federación Obrera de la Lana) pararon y ocuparon. Recuerdo a un querido dirigente llamado Paulino Cardozo, que participaba del Plenario Obrero-estudiantil de Paysandú, que nucleaba a todos los sindicatos y donde los estudiantes participábamos con voz, pero sin voto.

El SUNCA estuvo presente. Por supuesto, que todas las obras pararon, los 16 días que duró la huelga. Como olvidarse de José Belbey, Piriz y Jorge Pacheco – nada que ver con el otro-. Una de las ollas más grande funcionaba en el local de AUTE, donde estaban los obreros de la construcción que hacían los mejores guisos de la huelga. Los estudiantes andábamos por todos lados, pero no faltábamos en los locales de AUTE y de ADEYOM. En AUTE comíamos. Hasta hicimos un baile, en medio de la huelga. Recuerdo a Tirio Ruiz, trabajador de UTE. En ADEYOM funcionaba uno de los mimeógrafos donde se hacían los volantes que repartíamos todos los días. Era casa por casa. Esquina por esquina. Se planificaba para que nadie fuera preso.

La fábrica de galletitas FAMOSA, que tenía 400 trabajadores también fue ocupada. Como no acordarse de Ángel Tinetti, secretario del gremio. Los de Ferrospay y otras pequeñas fundiciones iban a la olla que funcionaba en Paylana, que estaba ocupada por cientos de trabajadores.

Profesores y estudiantes nos encargábamos todos los días de juntar los víveres para las diferentes ollas. Recuerdo con cariño y admiración a Ostuni, profesor de filosofía y a la profesora Ana Thevenet. La facultad de Agronomía Mario Cassinoni además de estar ocupada, daba una mano tremenda en la logística, en la juntada de víveres y en la propaganda. Ahí por lo menos funcionaba un mimeógrafo.

ANCAP estaba ocupada y luego la militarizaron. La Federación ANCAP tenía otro mimeógrafo. Ahí estaban al pie del cañón Buby Pintos y Curuchet.

En Paysandú la producción remolachera es muy importante, y había un sindicato histórico de los obreros remolacheros (SUDOR), que pararon la producción. Tengo un recuerdo especial por el “El Chopo” Santana, que era el principal dirigente.

En asignaciones familiares ocuparon hasta el decreto Nº 518 y pasaron a hacer paro de brazos caídos. Había un compañero referente que iba al plenario departamental de la Central, de apellido Peralta.

Luis Iguiní dice: “En Paysandú estuvo el primer procesado del movimiento sindical: Rodriguez Luciani, que estaba a cargo de Catastro, y la última resolución de COFE sobre el decreto del 4 de julio era volver a trabajar pero trancar todo. Y el loco había trancado todo.” O sea que en COFE se ocuparon varios lugares y luego del decreto, el trancazo, todo lo que se podía, ente una represión tan dura.

El comercio realizó paros por turnos y en los lugares que había más organización la huelga duró más días. El transporte funcionó pero restringido. Los trabajadores de Copay pararon algunos días. Se usó la persuasión, no la violencia.

Corfasa, una metalúrgica estuvo firme en la huelga. En Cotame, una tornería que estuvo en huelga recuerdo a Pedro Oleinik. Cármica también cumplió.

Algunos datos importantes:

El diario de Paysandú es el Telégrafo, que el 28 de julio de 1973 puso en tapa: “Todo el pueblo convocado. Hoy a las 19 hs en ADEYOM” “A manifestar contra la miseria y por soluciones ahora”. Ahí trabajaba un compañero periodista llamado Doclomiro Benítez.

Yo estuve en ese acto. Fue la manifestación más grande de la historia de Paysandú. Salimos del sindicato de los Municipales, bajando por  18 de Julio y se fue hasta cerca del liceo, se pegó la vuelta por Leandro Gómez y llegamos hasta la Jefatura. Eran más de diez cuadras de gente, bien compactos y cantando consignas. Por suerte no hubo represión.

Durante la huelga en Paysandú se hicieron dos manifestaciones, que fueron muy reprimidas con palos, gases y algún balazo, de donde se llevaron cientos de personas detenidas. Una el 9 de julio a las cinco de la tarde – en punto- como decía Rubén Castillo y la otra el 12 de julio cuando se levantó luego la huelga en Paysandú.

Quiero agradecer a todos los compañeros y compañeras de Paysandú que me ayudaron a ser mejor persona y a sentir la lucha de los trabajadores como propia. Seguro que faltaron muchos nombres más y lugares de trabajo. Como dice el comandante Raúl Castro: “Fuimos capaces de hacer la historia pero no hemos sido capaces de escribirla.” Los trabajadores uruguayos dieron una lección histórica.

Por el Prof. Gonzalo Alsina

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