Para los amantes de la pintura, la escultura o demás manifestaciones que tienen un valor asociado a la imaginación, nunca hubieran pronosticado que la guerra comercial entre EU y China afecte hasta el arte, los museos, creadores y por supuesto, los compradores.
No es fácil para una persona promedio tener acceso a grandes obras de arte ni pujar en las subastas internacionales para hacerse de una creación del artista chino Shang Yang, que ha vendido algunas de sus obras por más de 4 millones de dólares en Estados Unidos, pero ahora esto puede cambiar para quien sí le interesan estas adquisiciones.
La guerra comercial que comenzó Donald Trump al imponer aranceles a productos chinos primero por 34 mil millones de dólares y para el próximo 23 de agosto una carga más por 16 mil millones, en donde se incluye obras de arte, artículos culturales chinos y reliquias milenarias del país asiático, que podrían ser gravados con un 25 por ciento.
Este mercado tiene cierta importancia, ya que según cifras del censo de Estados Unidos que retoma la agencia Bloomberg, “las importaciones de productos originarios de China el año pasado incluyeron 107.2 millones de dólares para antigüedades centenarias y 66.6 millones de dólares para pinturas, dibujos y pasteles a mano”.
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Se quejan los artistas y vendedores de arte
Debido a esto, varias personas que están dentro del mundo del arte han levantado la voz para quejarse de esta situación y advertir las posibles consecuencias negativas que sufrirá el mercado con estas medidas arancelarias.
Según información que retoma El Financiero, “más de una docena de personas y grupos han enviado comentarios publicados en el sitio Regulations.gov en oposición a los aranceles”.
Uno de ellos es Daniel Chen, director de la galería Chambers Fine Art en Nueva York, quien se pregunta “¿a quién están tratando de castigar?” Toda vez que considera que “si a todo se le aplica un arancel del 25 por ciento, en realidad perjudicará a la gente aquí en Estados Unidos”.
Pero esto también es una muestra para dimensionar los daños colaterales que puede ocasionar esta disputa arancelaria entre las dos economías más fuertes del mundo, ya que “la incorporación de arte y antigüedades muestra cómo la escalada de la guerra comercial afecta a sectores que no suelen estar asociados con disputas comerciales”, asegura.
Ahora hay que comprar arte en China
Sin embargo, otras personas tienen una perspectiva más práctica para enfrentar este posible escenario y como el negocio del arte también es global, entonces los promotores y representantes de galerías irán a China para hacer negocios.
Y es que según Larry Warsh, empresario de Nueva York que ha estado coleccionando arte contemporáneo chino por más de 15 años, “la verdadera compra de arte chino se hace en China“, lo que en cierta medida disminuirá los efectos de la guerra comercial.
En esto coincide Tad Smith, máximo ejecutivo de la famosa casa de subastas Sotheby’s, quien aseguró que “el gravamen afectaría solo al 0.1 por ciento de todas sus obras de arte chinas vendidas en Nueva York”.
El problema más grande sería para los artistas chinos que pretendan vender sus obras en Estados Unidos, ya que “algunos proyectos nunca sucederán si las obras se vuelven un 25 por ciento más caras debido a los aranceles”, aseguró Daniel Chen.
Informe del periódico mexicano
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