Tras la difusión de un comunicado del frente Oliver Sinisterra que se atribuía el crimen, este jueves aparecieron fotos que confirmarían la lamentable noticia. Los tres trabajadores del diario El Comercio fueron secuestrados el pasado 26 de marzo.
El secuestro del periodista Javier Ortega, de 32 años, el fotógrafo Paúl Rivas, de 45 años, y el conductor Efraín Segarra, de 60 años de edad, todos de nacionalidad ecuatoriana, al parecer, terminó en tragedia. Este miércoles, un comunicado del frente Oliver Sinisterra, una disidencia de las Farc que opera en el suroccidente del país, dio la noticia del cruel crimen. Un día después, el Canal RCN recibió fotos de los tres trabajadores del diario El Comercio, y se las remitió a la Fundación para la Libertad de Prensa, que asegura que las imágenes dan cuenta de los homicidios.
Las fotos finalmente fueron enviadas al Gobierno colombiano, y se espera que este se pronuncie hoy mismo sobre la situación. Ante la situación, el presidente del país vecino, Lenín Moreno, quien estaba en Lima para asistir a la Cumbre de las Américas, anunció su regreso a Quito.
Los ecuatorianos fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en la parroquia de Mataje, provincia de Esmeraldas, «mientras hacía su trabajo, mientras realizaba una cobertura periodística sobre las condiciones de vida de los pobladores que habitan en esta zona, en la que en los últimos meses se han registrado varios atentados con explosivos», según aseguraron sus familiares.
El frente Oliver Sinisterra emitió en su momento pruebas de supervivencia de los secuestrados, y exigía que, a cambio de su liberación, las autoridades ecuatorianas dejaran ir a varios criminales de ese grupo que habían sido capturados en ese país.
Esa disidencia de las Farc está comandada por alias Guacho, quien empezó a conocerse ampliamente en Nariño a finales del año pasado, cuando lo señalaron de algunos ataques ocurridos en la zona. Hoy ya está consolidado en el radar de las autoridades, que lo acusan del secuestro de los ecuatorianos, entre otras acciones, como haber dejado Tumaco sin electricidad la semana pasada. En los últimos meses, con el desarme de las Farc, Guacho asumió el control de gran parte de los cultivos ilícitos entre las zonas del Alto y el Bajo Mira, donde hay mayor cantidad de coca en el país.
Con la relevancia que ha adquirido en el escenario criminal, las acciones de las autoridades contra Guacho también se han intensificado. A comienzos de este mes, por ejemplo, el Ejército capturó a dos miembros de la disidencia y recuperó una caleta de armas con ocho fusiles, dos ametralladoras, cuatro lanzagranadas, dos granadas y municiones, que dan cuenta del poder del arsenal que tiene.
Ante esa arremetida es que, creen las autoridades, Guacho estaría intentando demostrar su fuerza. Por eso habría cometido el secuestro de los periodistas. Los familiares de los ecuatorianos habían viajado a Lima, a la Cumbre de las Américas, para hacer visible el caso y pedir la liberación.
Tras el fin del plazo que le concedió al frente Oliver Sinisterra, el presidente Lenín Moreno lamentó los crímenes. Anunció medidas militares y dispuso 100.000 dólares para quien ayude a encontrar al jefe de la disidencia.
El presidente Lenín Moreno confirmó la dolorosa noticia que tenía en vilo a dos países. El periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra fueron asesinados por el frente Oliver Sinisterra, una disidencia de las Farc. El grupo de trabajo de el diario El Comercio había sido secuestrado el pasado 26 de marzo en la provicia de Esmeraldas, en Ecuador.
Esa disidencia de las Farc está comandada por alias Guacho, quien empezó a conocerse ampliamente en Nariño a finales del año pasado, cuando lo señalaron de algunos ataques ocurridos en la zona. Hoy ya está consolidado en el radar de las autoridades. En los últimos meses, con el desarme de las Farc, Guacho asumió el control de gran parte de los cultivos ilícitos entre las zonas del Alto y el Bajo Mira, donde hay mayor cantidad de coca en el país.
Con la relevancia que ha adquirido en el escenario criminal, las acciones de las autoridades de ambos países contra el disidente también se han intensificado. Ante esa arremetida, según algunas versiones, Guacho habría secuestrado a los periodistas, para usarlos como una especia de escudo.
En medio de manifestaciones de repudio por estos hechos, Moreno se dirigió a su país. Lamentó los crímenes y también anunció que abrirá el caso para que los ciudadanos -ante las críticas que ha recibido el comportamiento de su gobierno frente al secuestro- puedan verificarlo. «Sabemos reconocer nuestro errores y todo esto nos permitirá saber si los cometimos», dijo.
El primer mandatario anunció que la cúpula de las fuerzas colombianas ya está en Ecuador, lista para empezar las operaciones conjuntas contra Guacho y sus hombres, que se contabilizan en al menos 250. Una de las primeras medidas será reforzar los puntos de control militares en la zona fronteriza. También ofreció una recompensa de 100.000 dólares por información que ayude a dar con el comandante de esa disidencia.
En la mañana de este viernes se había conocido un supuesto comunicado de ese grupo criminal, en el que pedían condiciones para entregar los cuerpos de los tres reporteros. Moreno pidió acompañamiento de organismos internacionales para recuperarlos.
«Estamos viviendo las consecuencias del conflicto de nuestro vecino hermano», aseguró. Lo que se espera ahora es que se desplieguen las fuerzas de los dos países contra el frente Oliver Sinisterra.
Habla el Presidente Moreno
Con el pronunciamineto de Moreno se acaba la incertidumbre que desde el pasado 26 de marzo se imponía sobre la vida de los tres ecuatorianos. En su momento, la disidencia emitió un video en el que ellos aparecían encadenados y transmitiendo el mensaje del grupo criminal, en el que pedían un canje de los plagiados por varios delincuentes de ese grupo que fueron capturados en ese país.
La versión de las autoridades es que Guacho los secuestró para usarlos como una especie de escudo humano, ante los operativos militares que le habían cerrado el cerco, y que lo tenían replegándose hacia Colombia.
El miércoles pasado la situación se volvió crítica. Se conoció un supuesto comunicado firmado por la disidencia de las Farc, en la que daban la noticia de los asesinatos. Un día después circularon fotos que retrataban el crimen. La noticia no fue oficial porque no se podía verificar la autenticidad de ese material. Hasta este viernes, cuando Lenín Moreno dio por hecho los asesinatos.
Los familiares y colegas de los secuestrados mantenían la esperanza. De hecho, viajaron esta semana hasta Lima, donde se desarrolla la Cumbre de las Américas, para visibilizar el caso y presionar la liberación. Ante la aparición de las fotografías, volvieron de urgencia a Quito.
Ahora, las autoridades binacionales se concentran en recuperar y entregar los cuerpos del equipo, y en desplegar toda su fuerza contra los asesinos.
Crónica
Fuente, Semana com
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.
Más del Autor:
- El Senador Mujica con salud estable
- No solo Santos, las FARC también lo merecían
- Ante una canallesca mentira aclaración del ex ministro de Defensa José Bayardi
- Bolivia: Crece preocupación por misión de la OEA a elecciones
- En imágenes los dramáticos episodios que se viven por estas horas en Ecuador
- MÉXICO: Niños de entre seis y 11 años se unen a policía comunitaria de Guerrero
- APU: Ataques al periodista Aldo Silva, en redes y fogoneada por conspicuos dirigentes políticos, es una práctica profundamente antidemocrática