“Urge una reforma de las Naciones Unidas”

A sus 81 años, Federico Mayor Zaragoza sigue aún en activo abogando por los derechos humanos, para que sean realmente la base del comportamiento cotidiano. Entre sus actuales funciones podemos encontrarle al frente de la Comisión Internacional Contra La Pena de Muerte o liderando, desde el año 2.000, la Fundación Cultura de Paz.

A una edad temprana su madre le espetó una frase que ha sido una referencia: “La vida hay que vivirla intensamente, ya descansaremos cuando muramos”. Quien fuera durante los años 90 Director General de la UNESCO, acumula una amplia trayectoria a sus espaldas. Nuestro entrevistado ha vestido siempre con, al menos, uno de estos tres trajes: el de científico como catedrático de bioquímica; el de político habiendo ostentado cargos como el de ministro español con UCD; o el de voz autorizada en distintos proyectos internacionales, como el de co-presidente del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones.

– En sus últimos discursos, reitera una y otra vez su preocupación por el progresivo deterioro de las condiciones de vida en todo el mundo. ¿Cómo revertir la situación actual?- Las Naciones Unidas tienen que rehacerse y rápidamente. Por eso, sugiero que se haga una convocatoria de una sesión extraordinaria de la ONU sólo para hablar de los procesos irreversibles.

mayor-zaragoza2– ¿Son los callejones sin salida lo que más le inquieta ahora mismo?
– Como científico no puede ser que esté viendo cómo se está fundiendo el Ártico. Y, mientras tanto, los mercados y los neoliberales diciendo que estamos saliendo. ¿Saliendo de qué? ¡Si estamos dejando un mundo que puede que sea inhabitable para nuestros descendientes! Por ejemplo, si la temperatura crece dos grados más pueden producirse efectos que ya no tengan marcha atrás, un no retorno. ¿Se imaginan que un día nuestros bisnietos tengan problemas de habitabilidad? Estoy muy preocupado por los fenómenos irreversibles.

– Le ha llegado a escribir una carta al presidente Barack Obama. Se la envió antes del acto de celebración del 70 aniversario de las Naciones Unidas. En ella hacía hincapié en la necesidad de tomar decisiones a nivel mundial.
– Obama ha dicho algo que quiero subrayar: ‘Esta es la primera generación que tiene que hacer frente a este reto y es la última que tiene que resolverlo’. También el Papa ha hecho una magnífica encíclica ecológica dónde ha expresado: ‘Ahora es el momento, más adelante puede ser tarde’. Veamos si hay una reacción.

– Una reacción, ¿de quién?
– De la gente. Los pueblos deben protestar. Hacen falta grandes clamores populares.

– Setenta años ya de la conformación de las Naciones Unidas, nacidas después de la Segunda Guerra Mundial. ¿Por qué momento diría que atraviesa esta significativa institución?
– Ahora mismo estamos en manos de un sistema neoliberal que ha sustituido a las Naciones Unidas por grupos plutocráticos. Es intolerable que una decena de países manden por encima de 193 países. ¿Pero esto qué es? Cuando Ronald Reagan y Margaret Thatcher hablaron de grupos plutocráticos se tendría que haber dicho que no. En vez de los valores éticos, han prevalecido los bursátiles. Ha sido un disparate tan grande el que han hecho desde los años 80. Se ha pensado sólo en el dinero de unos cuantos. Ya lo ven con los inmigrantes.

– ¿De aquellos barros, estos lodos? ¿Cómo afecta la situación actual de la ONU a la cuestión de los refugiados procedentes de Siria?
–  Preguntémonos, ¿los refugiados por qué vienen? porque hay una guerra que no se acaba nunca. ¿Por qué hay una guerra en Siria? porque no hay unas Naciones Unidas. Si existieran, si fueran fuertes, con 3.000 cascos azules se hubiera acabado la broma.

– ¿Qué les diría a los que consideran que el éxodo es una cuestión ajena?
-La declaración de derechos fundamentales de la Unión Europea comienza diciendo: ‘Número uno. La dignidad’. Y sigue: ‘Todos los seres humanos somos iguales’. Los refugiados son iguales que nosotros y no podemos permitirnos ver estos espectáculos terribles. El Mediterráneo ensangrentado.

– Imágenes duras de ver, que se repiten a diario. Historias detrás de cifras.
– Más que el número de personas que se van por la guerra, es el número de personas que se van por el hambre. ¡Porque se mueren de hambre! ¿Y nosotros qué hacemos? Les ponemos unas vallas muy altas para que no puedan pasar. ¿Pero qué es todo esto?

 Se ha perdido la esencia de Naciones Unidas.
–  Es intolerable lo que está pasando. Cuando era Director General de la UNESCO, el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo era un proyecto que contaba con fondos.
En el año 1946 ya se dijo ‘the key word is to share’, ‘la palabra clave es compartir’. Hubo un momento en que todos eran conscientes que se tenían que invertir grandes cantidades de dinero.

– Desde entonces han cambiado mucho las cosas.
–  En 2009, España dedicaba el 0,51% del PIB a cooperación, no llegaba al reclamado 0,7%; pero es que ahora llega el señor Rajoy y no pasamos del 0,09%. La cooperación se acaba.

 – La reforma de las Naciones Unidas que propone, ¿por dónde pasa?
–  La reforma, que se tendría que llevar a cabo al mismo tiempo que la sesión extraordinaria, pasaría por una Asamblea General representada en un 50% por la sociedad civil. Después, se tendría que añadir al Consejo de Seguridad uno Medio Ambiental, así como un Consejo de Seguridad socioeconómico, no económico como ahora… porque si es sólo económico no llega nunca a lo social. Y de esta manera creo que las cosas podrían empezar a cambiar. Pero todo tiene que venir por un gran clamor popular.

– En los últimos tiempos usted ha sido un firme defensor de la participación ciudadana. Es suya la frase: “Debemos volver a ser ciudadanos, no súbditos”.
– Éramos obedientes y éramos silenciosos. Y tengo que decir que de momento ya hemos dejado de ser obedientes y de ser silenciosos. Aquel 15-M representó que la gente creyera que podía hablar. Lo cierto es que el panorama es muy duro pero viene compensado con la posibilidad de que la gente hable y se exprese, y que los ciudadanos crean que son ciudadanos del mundo y que tengan capacidad de reacción.

– ¿Los ciudadanos han ampliado las miras?
– La gente nacía, vivía y moría en unos cuantos metros cuadrados y no sabía nada de lo que pasaba más allá. Yo cuando era joven sabía qué pasaba en Barcelona, Gavá [municipio cercano] y para de contar. Ahora la gente se está haciendo ciudadano del mundo, ya empiezan a saber exactamente lo que pasa y a tener una opinión.

– ¿Puede ser que la generación de hoy no piense en el mañana y demasiado en el ahora?- No, la generación no. Sólo unos cuantos. Mi esperanza es que ahora se tenga que escuchar a la gente. Porque estoy seguro que si no se arregla habrá una reacción. Intermón Oxfam ya ha dicho claramente que 85 personas tienen más dinero que la mitad de la humanidad. No podemos aceptarlo. Sin embargo, estamos consintiendo que mueran de hambre 20.000 personas.

– Son cifras en las que insiste, las recuerda a menudo…
– Estoy muy preocupado. A veces, pienso que ya soy mayor y he trabajado suficiente. Entonces me vienen a la mente mis bisnietos y decido seguirme levantando temprano.

– ¿Nos regala una de sus frases?
– Hay una frase que a mi me encanta: “El porvenir está por hacer”. Esta es nuestra esperanza. Hacer de muchos imposibles hoy, posibles mañana. Tenemos que pensar en el mundo en su conjunto porque los problemas no tienen fronteras, ni las tienen los inmigrantes, ni la tienen las pandemias, ni el medio ambiente. Tenemos que pensar que el mundo es nuestro legado.

 

Entrevista de, Laura Balagué y Eva Corbacho
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