Las dificultades del crecimiento

La semana pasada se conocieron las cifras oficiales sobre la evolución del PBI, que en 2015 tuvo un leve crecimiento de un 1% con respecto al año anterior. El mismo surge de un crecimiento de la industria manufacturera de 5,7%, especialmente por la producción de la maderera Montes del Plata, y por el continuo aumento de las comunicaciones.

El crecimiento del sector agropecuario es de apenas 0,4%, mientras hay caídas significativas en la construcción de 5,4%, en el comercio, restaurants y hoteles de 2,5% y en el suministro de electricidad, gas y agua de 8,1%. Si analizamos la evolución del PBI por el lado del gasto, hay caídas de la demanda interna y externa.

El consumo privado se mantiene constante, la inversión cae 8,2% y las exportaciones descienden 1,2%. Hay factores externos e internos que explican esta lenta evolución del PBI.

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Hay una caída de los precios internacionales de los productos de exportación que en 2015 descienden 10,2% con respecto al año anterior, aunque se mantienen 47% por encima del año 2005. Vale la pena señalar que también caen 5,1% los precios de los productos importados, donde influye la baja significativa del precio del petróleo de 29,1%. En esencia los términos de intercambio en 2015 cayeron 5,4% por el mayor descenso de los precios de exportación con respecto a los precios de los productos importados.

Las dificultades económicas de Argentina y Brasil influyen también negativamente en el escaso crecimiento del PBI. Estos resultados son determinantes para que en 2015 se mantengan la pobreza y la indigencia, suba muy levemente el índice de Gini que marca una desmejora de la distribución del ingreso y aumente el desempleo abierto.

En los años anteriores de los gobiernos del FA hubo un fuerte crecimiento económico, facilitado por la suba de los precios internacionales de los productos de exportación que influyó en el fuerte crecimiento de la inversión, y especialmente, de la inversión extranjera directa.

Ésta también se vio favorecida por las exageradas exoneraciones fiscales. La política redistributiva de los gobiernos del FA, especialmente a través de aumentos de los salarios reales y del gasto público social, generaron aumentos de la demanda interna que contribuyeron al fuerte crecimiento del PBI. Crecían mucho el consumo privado, las exportaciones y la inversión.

En estos años de fuerte crecimiento, no se aprovechó la oportunidad de elaborar una estrategia de desarrollo para tener una mirada de mediano y largo plazo. No se definió una estructura productiva que atendiera cambios en la estructura de las exportaciones, para colocar en el exterior más contenido tecnológico, ni se eligieron rubros y actividades ganadoras, ni se pudo formular una adecuada política sectorial. Las elevadas exoneraciones fiscales no se adecúan a estos criterios.

Por otro lado, se utilizó la política cambiaria para atender la inflación afectando la competitividad. Se cuidaron las volatilidades, pero se mantuvo una tendencia de permanente baja del tipo de cambio nominal. Si bien hay un cambio de tendencia en el último año, se mantiene un fuerte atraso cambiario, que afecta especialmente a los rubros de exportación con mayor valor agregado y contenido tecnológico y a los rubros de producción interna que compiten con las importaciones.

De acuerdo a las cifras del Banco Central, el tipo de cambio real efectivo, que compara la evolución del tipo de cambio nominal con los precios internos de Uruguay con los mismos conceptos de los países de mayor relacionamiento en el comercio exterior, marca para febrero de 2016 con respecto a diciembre de 2004, un atraso cambiario de 40%, suficientemente elevado para dificultar la promoción de actividades de exportación.

Los temas económicos que preocupan al gobierno son la inflación, el déficit fiscal, la competitividad y el crecimiento. A la inflación se le otorga primera prioridad y se le combate con medidas ortodoxas, como la política monetaria contractiva y, especialmente, con la política cambiaria.

También con políticas heterodoxas como los acuerdos de precios y el uso de las tarifas de los servicios públicos. La inflación de un dígito no afectó ni a la inversión ni a la mejora del salario real. La preocupación por el déficit fiscal viene de la ortodoxia internacional, por su posible influencia sobre la inflación y, especialmente, porque su financiamiento se realiza con deuda externa. La inquietud viene por las calificadoras de riesgo que determinan el grado inversor.

La competitividad se ha visto muy afectada por el fuerte atraso cambiario. Las modificaciones abruptas del tipo de cambio generan inflación e inestabilidades múltiples. Este atraso hay que resolverlo gradualmente y es una de las principales dificultades para el crecimiento económico de los próximos años. La imagen en el sistema financiero internacional, la inflación y el déficit fiscal han tenido prioridad sobre la competitividad de precios y el crecimiento.

Política sectorial, rubros “ganadores”, conformación de estructura productiva, cambios en la estructura de exportaciones, estrategias de desarrollo no son conceptos amigables para el equipo económico, no están en el menú de sus opciones, pero a nuestro entender son imprescindibles para el futuro. En función de esta estrategia hay que corregir los estímulos fiscales por las exageradas exoneraciones.

En la situación actual la prioridad la debieran tener el crecimiento y el empleo. Ello significa la promoción de la inversión privada, poniendo énfasis en los contenidos tecnológicos, el aumento de la inversión pública, la mejora del tipo de cambio real efectivo, especialmente con respecto a Brasil y la continuidad de la reforma tributaria para que los sectores de mayores ingresos realicen mayores contribuciones, para que aporten tanto las personas como las empresas, para que se retome el impuesto a las herencias, para que se atienda más efectivamente a la mejora de la distribución de la riqueza y el ingreso. Dentro de ciertos límites, la continuidad de las políticas redistributivas contribuirá también al crecimiento económico.

Por Alberto Couriel
Economista y ex senador

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