El sector financiero en línea de China alcanza la mayoría de edad

El mes pasado, los dirigentes de China revelaron detalles del 13º Plan Quinquenal, que guiará la trayectoria de la economía hasta 2020. Las directrices para aumentar la producción industrial a un ritmo vertiginoso que caracterizaron los planes quinquenales anteriores ya son cosa del pasado. Ahora la atención está centrada en la consecución de un crecimiento sostenible a largo plazo, apuntalado por el consumo interno, un sector de servicios más sólido, el espíritu empresarial y la innovación.

La red Internet, que ya tiene más de 680 millones de usuarios activos en China, desempeñará un papel fundamental para facilitar ese cambio. En particular, los préstamos entre particulares en línea, como método simplificado de asignación de créditos, puede representar la clave para ampliar y profundizar el sector financiero de China, lo que permitiría a las empresas crecer, innovar y reforzar el consumo interno.

En el préstamo entre particulares en línea, los inversores particulares (y últimamente los institucionales) aportan fondos que se pueden prestar a prestatarios particulares sin la participación de un intermediario financiero tradicional. Los préstamos pueden oscilar entre 100 yuanes (16 dólares) y un millón de yuanes y concederse a empresas pequeñas o medianas, además de a prestarios particulares, a los que actualmente les cuesta tener acceso al crédito mediante las instituciones tradicionales.

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En los tres últimos años, el sector del préstamo entre particulares en línea ha estado aumentando anualmente a la asombrosa tasa media de 245 por ciento y su valor total ascendió el año pasado a 253.000 millones. Ahora China tiene más de 2.000 plataformas crediticias de préstamos entre particulares en línea, frente a sólo cincuenta hace cuatro años.

Aun así, el préstamo entre particulares en línea representa tan sólo una pequeña fracción del préstamo total en China. El año pasado, el total de préstamos concedidos mediante las redes de préstamo entre particulares en línea equivalieron a sólo el 1,5 por ciento de los 15,1 billones de yuanes de préstamos al consumo concedidos por bancos chinos. Está claro que hay mucho más margen para el crecimiento.

Sin embargo, se debe gestionar cuidadosamente dicho crecimiento. Los propios factores que permiten a las plataformas de préstamo entre particulares en línea conceder créditos rápida y ampliamente –es decir, su dependencia de las bases de datos sobre la calificación crediticia de los consumidores y su renuncia a las garantías– puede crear riesgos, porque dejan sin responder muchas preguntas sobre los prestatarios.

Y, en realidad, los riesgos ya han empezado a materializarse. Según la base de datos Wangdaizhijia de préstamos entre particulares en línea, de 2011 a mediados de 2015, más de una tercera parte de las plataformas registradas de China tuvieron problemas graves. Por ejemplo, los inversores comunicaron dificultades para retirar los fondos en más de 300 plataformas y ha habido gestores de plataformas que se han dado a la fuga con dinero de los inversores en otras más de 300. Para el sector en conjunto, sigue siendo difícil conseguir datos de calidad y fácilmente accesibles.

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Sin embargo y por fortuna, se pueden superar esas deficiencias. Los reglamentadores y los financieros de la red Internet pueden recurrir a los préstamos bancarios tradicionales para particulares y pequeñas y medianas empresas, mientras idean nuevas medidas para reducir los riesgos al mínimo y afianzar los resultados en el sector del préstamo entre particulares en línea.

En un estudio sobre los datos relativos a préstamos de cinco bancos chinos, un equipo de investigadores y yo determinamos cinco factores que influyen en la aparición de morosidad en los créditos al consumo y a las pequeñas o mediadas empresas. Algunos eran bastante evidentes: los préstamos mayores y unos mayores coeficientes de apalancamiento contribuyen a unas tasas mayores de créditos morosos. Otros –la existencia de garantías, los prestamos a empresas pequeñas (en lugar de a los propietarios de las empresas) y los préstamos a prestatarios radicados en puntos geográficos más alejados– no lo eran tanto.

Las enseñanzas que se desprenden son claras: las instituciones deben conceder un número mayor de préstamos pequeños a personas locales y depender menos de las garantías. Para facilitar ese proceso, las plataformas de préstamo necesitan cauces mejores para compartir los datos relativos a créditos y el apalancamiento y deben crear sistemas de verificación de la identidad, lo que requerirá la coordinación entre el Gobierno y el sector privado, además de redes para compartir la información.

También habrá que mejorar las reglamentaciones actuales en muchos sectores. Por ejemplo, se debe obligar a todas las plataformas de préstamo entre particulares en línea, independientemente de la amplitud de sus actividades, a que se registren ante los reglamentadores. Además, deben recibir capacitación, impartida por una asociación profesional del sector, encaminada a prevenir el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.

Sin embargo, no es necesaria en general una selva de reglamentaciones y, por tanto, se debe evitar, pues los riesgos sistémicos que el préstamo entre particulares supone para la economía total son pequeños. En cambio, los reglamentadores deben adoptar un planteamiento flexible.

Un sistema escalonado de concesión de licencias, por ejemplo, sería más eficaz para abordar los diversos grados de complejidad financiera y riesgo entre plataformas. De ese modo, las plataformas que funcionan como intermediarias para la información entre prestatarios y prestadores, pero no participan directamente en las transacciones crediticias, no estarían sometidas prácticamente a ninguna reglamentación ni revisión, pues son las que representan menos riesgos.

Se deben clasificar las plataformas que ofrezcan servicios básicos de depósito y préstamo como los bancos, cuyas transacciones entrañan riesgos crediticios, comerciales y de liquidez que deben ser objeto de supervisión prudencial, junto con medidas como los requisitos de capital mínimo basados en el riesgo. No obstante, es importante no recargar esas empresas con complejos requisitos en materia de suficiencia de capital, que obstaculizarían su flexibilidad operacional.

Por último, se deben supervisar cuidadosamente las plataformas con modelos comerciales que entrañen mayores grados de complejidad financiera para evitar las conductas poco éticas, pues son las que con más probabilidad realizan actividades comerciales con sus propios fondos sin los suficientes conocimientos técnicos al respecto u ofrecen réditos garantizados sin la evaluación de los riesgos y el control adecuados. Y, naturalmente, la interconexión financiera requiere una coordinación internacional de las normativa apropiada para el sector.

El préstamo entre particulares tiene sus riesgos, pero, si se los tiene en cuenta adecuadamente, ese sector seguirá creciendo sin duda, impulsado por aquellas personas cuyas necesidades financieras han pasado por alto los bancos tradicionales. Así ese sector desempeñará un papel importante en la economía china.
Por Liu Mingkang
Ex presidente de la Comisión Reguladora Bancaria de China. Investigador en el Instituto de Economía Mundial y Finanzas en la Universidad China de Hong Kong.
Traducido del inglés por Carlos Manzano.

 

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